BLOG DE RAFA PARRA SOLER

De vocación, poeta, ensayista y dramaturgo.











domingo, 31 de enero de 2010

Los ojos de Laura

La miel es dulce, igual que la mirada.
Las almendras me miran con salero.
El jugo del amor es la ciruela
mordida por mi boca al contemplarme.

La miel tiene el sabor de una pupila.
La almendra es geometría de lo mismo,
salada forma de mirar mi rostro.
El amor es jugoso en la ciruela
y mi boca la muerde por los ojos.

Ella me mira con su fruto fresco
y yo lo muerdo al contemplar su jugo.
Amar es un pecado delicioso.

El enigma de la lechuza

Puede que las imágenes de archivo en las que se apoya la historia de La cuarta fase sean reales. Puede que no lo sean. Pero eso me importa menos que saber por qué los productores de esta película eligieron la figura de una lechuza para materializar lo desconocido, el misterio de lo que estaba sucediendo. Podrían haber escogido cualquier otro animal (por ejemplo, un gato: esta clase de felinos a veces miran de tal manera, que provocan escalofríos). ¿Qué tenía de simbólico la lechuza para adquirir esa importancia en la película? ¿Sus grandes ojos negros? ¿Esa manera de quedarse mirándote fijamente? ¿Ese hieratismo y frialdad al provocar impasiblemente ese tormento a las personas a las que dirigía sus miradas de hielo? Tengo una enorme curiosidad por conocer las razones de esta elección. ¿O es posible que la presencia de la lechuza en la película no fuera parte de la ficción, sino de la base supuestamente real de la recreación cinematográfica? Quizá sea todo más sencillo de lo que parece. Tal vez no. Pero se trata de un enigma que me encantaría resolver.

jueves, 28 de enero de 2010

Bautizo

Cómo vibra tu nombre
y a la vez sopla
y abre la boca en forma de mujer
y a ti te gusta porque suena extraño
eso de que te llamen con la boca
abierta y no cerrada
como a la mayoría de los hombres.

Mi nombre me señala
delirios de grandeza

mi nombre me señala
grandezas y delirios
delirios, sobre todo:
las grandezas están para ganarlas
y yo nada he ganado de momento

Mi nombre me hace hombre a pesar suyo
aunque no tenga círculos pequeños
virilmente redondos

Mi nombre se pronuncia con un batir de alas
porque mi nombre es fruto de los cielos

Mi nombre me promete muchas cosas
espero que las cumpla
porque si no tendré que hacerlo yo

Y qué haré sin mi nombre,
sin lo que me hace humano:
la palabra.

miércoles, 27 de enero de 2010

Poema autocomentado

Los árboles saludan sonriendo
a los cristales que refleja el alba
y el cuerpo del metal sobre las dunas
recubre las auroras de tristeza.


Que por qué la tristeza en un poema...
Pues porque la tristeza ha sido siempre
el motivo central de la poesía.
¿Es que hay auroras tristes?
Hay hombres que las miran con tristeza.


¿Y el cuerpo de metal sobre las dunas?
Es cuerpo de metal sobre dunas ardientes
la falta de armonía entre las cosas,
porque un metal es frío y está duro.
Las dunas son calientes y están blandas.

Los árboles saludan sonriendo
a los cristales que refleja el alba...
¿Los árboles ya saben sonreír?
Y saludar también: yo los he visto,
he visto cómo miran hacia el cielo,
como los girasoles en verano.

martes, 26 de enero de 2010

Elemental, querido Pablo

Escribir
una
oda
elemental
es
tan
elemental
como
escribir
una
oda.

Puedo
escribir
los
versos
más
cortos
ahora
mismo.

Ay,
si
me
pagaran
a

también
por
cada
verso
igual
que
le
pagaban
a
Neruda
por
escribir
sus
poemas
de
esta
forma...

Autores de La Celestina

El silencio escuda y suele encubrir
Las faltas de ingenio e las torpes lenguas;
Blasón que es contrario publica sus menguas
Al que mucho habla sin mucho sentir.
Como la hormiga que deja de ir
Holgando por tierra con la provisión,
Jactóse con alas de su perdición:
Lleváronla en alto, no sabe dónde ir.

El aire gozando, ajeno y extraño,
Rapiña es ya hecha de aves que vuelan;
Fuertes más que ella por cebo la llevan:
En las nuevas alas estaba su daño.
Razón es que aplique a mi pluma este engaño,
No disimulando con los que arguyen;
Así que a mí mismo mis alas destruyen,
Nublosas e flacas, nacidas de hogaño.

Donde ésta gozar pensaba volando,
O yo aquí escribiendo cobrar más honor,
De lo uno y lo otro nació disfavor:
Ella es comida y a mí están cortando
Reproches, revistas e tachas. Callando
Obstara los daños de envidia e murmuros;
Y así navegando, los puertos seguros
Atrás quedan todos ya, cuanto más ando.

Si bien discernís mi limpio motivo,
A cuál se endereza de aquestos extremos,
Con cuál participa, quién rige sus remos:
Amor apacible o desamor esquivo,
Buscad bien el fin de aquesto que escribo,
O del principio leed su argumento.
Leedlo y veréis que, aunque dulce cuento,
Amantes, que os muestra salir de cautivo.

Como el doliente que píldora amarga
O huye o recela o no puede tragar,
Métenla dentro de dulce manjar:
Engáñase el gusto, la salud se alarga.
Desta manera mi pluma se embarga
Imponiendo dichos lascivos, rientes,
Atrae los oídos de penadas gentes:
De grado escarmientan y arrojan su carga.

Este mi deseo cargado de antojos
Compuso tal fin que el principio desata;
Acordó de dorar con oro de lata
Lo más fino oro que vio con sus ojos
Y encima de rosas sembrar mil abrojos.
Suplico pues suplan, discretos, mi falta;
Teman groseros y en obra tan alta
O vean y callen, o no den enojos.

Yo vi en Salamanca la obra presente.
Movíme acabarla por estas razones:
Es la primera que estó en vacaciones;
La otra que oí su inventor ser sciente;
Y es la final, ver ya la más gente
Vuelta e mezclada en vicios de amor.
Estos amantes les pondrán temor
A fiar de alcahueta, ni de mal sirviente.
Y así que esta obra, a mi flaco entender,
Fue tanto breve cuanto muy sutil,
Vi que portaba sentencias dos mil:
En forro de gracias, labor de placer.
No hizo Dédalo en su oficio e saber
Alguna más prima entretalladura,
Si fin diera en esta su propia escritura,
Corta, un gran hombre y de mucho valer.
Jamás no vi sino en terenciana,
Después que me acuerdo, ni nadie la vido,
Obra de estilo tan alto y subido
En lengua común vulgar castellana.
No tiene sentencia de donde no mana
Loable a su autor y eterna memoria,
Al cual Jesucristo reciba en su gloria
Por su pasión santa, que a todos nos sana.

Vosotros que amáis, tomad este ejemplo,
Este fino arnés con que os defendáis;
Volved ya las riendas, porque no os perdáis;
Load siempre a Dios visitando su templo;
Andad sobre aviso, no seáis de ejemplo
De muertos y vivos y propios culpados.
Estando en el mundo yacéis sepultados;
Muy gran dolor siento cuando esto contemplo.

Olvidemos los vicios que así nos prendieron,
No confiemos en vana esperanza;
Temamos Aquel que espinas y lanza,
Azotes y clavos su sangre vertieron;
La su santa faz herida escupieron,
Vinagre con hiel fue su potación,
A cada santo lado consintió un ladrón.
Nos lleve, le ruego, con los que creyeron.

lunes, 25 de enero de 2010

Grandes escenas de cine (capítulo primero)

La película es Phenomenon (1996), protagonizada por John Travolta, cuyo personaje experimenta la visión de un gran resplandor que le convierte en un individuo intelectualmente superdotado con habilidades telekinésicas. Todo se complica, y al final le detectan un tumor cerebral de carácter terminal. En el hospital, la mujer de su vida, que siempre se le había resistido por más que él intentara conquistarla, está en la habitación, sentada junto a él.

- ¿Me querrás durante el resto de mi vida?- pregunta el enfermo, postrado en la cama-.

- No: te querré durante el resto de la mía- responde ella, con lágrimas en los ojos-.

Y se abrazan.

domingo, 24 de enero de 2010

Atentado contra el buen gusto: Los del Río y "Hey, Jude"

¿Cómo es posible destrozar una canción? Para saberlo, basta con escuchar la versión rumbera del gran clásico de L0s Beatles Hey, Jude, incluida en el nuevo disco de Los del Río: Mi gitana. No hay que ser ningún melómano experto ni un fanático del legendario grupo inglés para sentir verdadera irritación ante semejante despropósito musical, como me ha pasado a mí.

¿Cómo es posible convertir una melodía dulce y entrañable, un ritmo atronadoramente reconfortante, la inimitable voz de Paul McCartney y ese final sublime, digno del mejor concierto en vivo, en una cosa tan hortera y casposa, tan chabacanamente mediocre? ¿Qué clase de compañía discográfica ha permitido un crimen como éste?

No es ninguna broma: estoy indignado. Sé que es cuestión de gustos, que habrá gente a la que le gustará la versión y que, muy posiblemente, dado el pésimo gusto de la mayoría de la gente, llegará a convertirse en"canción del verano". Pero no quiero dejar de mostrar mi disconformidad con este engendro. E insisto en que yo no soy ningún beatlemaníaco, pero me puedo imaginar la reacción de cualquiera de ellos: indignación, asco, rabia...

Siempre es peligroso y muy arriesgado hacer versiones de los grandes clásicos de la música, y más, si la versión de turno se basa en un estilo tan radicalmente distinto del original. Pero con ésta se han pasado. Hay clásicos sometidos a versiones modernizadas de calidad,que son capaces de igualar al original, incluso de superarlo. Con esta canción, por el contrario, hecho un destrozo monumental, y Hey, Jude no se merecía esto. Era una de mis favoritas, junto con otras grandes producciones, como Let it be y Yesterday. Espero que no lo vuelvan a hacer, por el bien del Arte en general, la Música en particular, y el Buen Gusto que las sustenta.

jueves, 21 de enero de 2010

"Dentro de un giro de sol"


Repasándome el tema 54 (Los teatros nacionales de Inglaterra y Francia en el Barroco. Relaciones y diferencias con el español), en la Introducción de la página 2 de Claustro, me he topado con esta bella expresión, acuñada por Aristóteles en su Poética para definir la unidad dramática de tiempo en lo referente a los parámetros ideales de una obra de teatro ( el "giro de sol" se refiere a la duración de un día, que es el tiempo máximo que puede durar un drama, según el filósofo griego). La cita que contiene esta referencia está incluida, a su vez, en otra más amplia correspondiente a un fragmento del libro de Rafael Lapesa Introducción a los estudios literarios en el que el filólogo valenciano expone las características del género teatral.


Definir el día como "un giro de sol", de esa forma tan sencilla, que es como una perífrasis gongorina reconcentrada, parece más propio de un libro de poesía que de la jerga técnica de un tratado de teoría literaria, algo curioso viniendo de un pensador tan denso como Aristóteles. Y eso se agradece. También se agradece el hecho de encontrarse de vez en cuando con una perla dulce y refrescante como ésta en las páginas de un tema de oposición... De Literatura, claro está: no me imagino un tema de oposiciones a notaría en el que se pueda encontrar alguna línea que pueda escaparse del fárrago grisáceo propio de la prosa jurídica y administrativa.


En momentos como éste, me siento orgulloso de haber estudiado la carrera que he estudiado y de la vocación que tengo la gran suerte de sentir, pese a que la realidad maltrate tanto a nuestro gremio.

miércoles, 20 de enero de 2010

La crítica texual: el aspecto tedioso de la filología




Reconozco que hay una parte de la Filología que no me interesa en absoluto: la crítica textual, entendida ésta como la disciplina encargada de reconstruir, lo más fidedignamente, las obras literarias que se han dispersado en varios manuscritos que contienen versiones diferentes. Reconozco, como filólogo, la importancia de poder recuperar un texto tal y como lo concibió y plasmó su autor. Pero esa tarea no la quiero para mí de ninguna de las maneras. Que otros investiguen el asunto y saquen sus conclusiones. Yo me las leeré y estudiaré con sumo gusto. Pero tampoco me interesan las especulaciones. Soy muy positivista en este sentido: sólo me interesa lo que se puede demostrar como irrefutable, exceptuando casos muy concretos.

Ejemplos de lo que no me interesa como filólogo se encuentran en La Celestina, el Libro de Alexandre o el Lazarillo. En lo referente al primer caso, la cuestión de las ediciones todavía me puede parecer relevante debido a cómo afecta el asunto a las modificaciones del contenido de la obra (la evolución del título: de la inicial Comedia de Calisto y Melibea a La Celestina, pasando por el estado intermedio, denominado Tragicomedia de Calisto y Melibea).

En el segundo caso, me satisface saber que pudo ser un tal Juan Lorenzo de Astorga el autor de Clerecía correspondiente, incluso puede resultar apasionante conocer la vida de este señor y las circunstancias que lo condujeron a escribir la vida de Alejandro Magno. Pero no me interesan los pormenores textuales de las polémicas que enfrentan a este nombre con el de Gonzalo de Berceo en cuanto a la autoría del Libro de Alexandre.

Con el Lazarillo, más de lo mismo, aunque recientemente haya salido a la luz una posible atribución de su autoría a Alfonso de Valdés por parte de Rosa Navarro Durán, profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Por poner algún ejemplo mucho más reciente, estoy últimamente enfrascado en la lectura de Gigante y extraño: las Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer, de Luis García Montero. Se trata de un intento de justificar una nueva edición de los versos del poeta sevillano, quien, como sabemos, en un principio había ordenado su obra lírica bajo el título de El libro de los gorriones, pero el manuscrito se perdió y el poeta tuvo que reconstruir los textos de memoria. El orden de las Rimas es la sustancia que nutre la polémica en la que se basa, en gran medida, García Montero como razón de la existencia de su obra. Y es, precisamente, esa polémica la que se ha convertido en el objeto de mi desinterés. El contenido de esta obra es completado por multitud de reflexiones del autor basadas en el cotejo de los resultados de otros comentaristas de la poesía de Bécquer (Rafael Montesinos, Russell P. Sebold, etc.) y en la intuición del propio García Montero como crítico y, sobre todo, como poeta que dialoga con su ilustre colega de vocación a través de la lectura atenta y reflexiva de sus Rimas. Unas reflexiones, en mi opinión, algo caóticas, pero fecundas. Esperaba yo, como lector, un material más organizado y sistematizado y, sobre todo, un retrato biográfico del poeta que iluminara la exposición crítica del granadino Luis García Montero.

Quizá esta actitud mía de desinterés se deba a que dentro de unos meses me tendré que examinar sobre todas estas cuestiones de autorías, ediciones y anonimatos, y, si quiero triunfar elegiendo La Celestina como tema de Oposición, no me bastará conocer el argumento, los personajes y las influencias, sino que, además, tendré que estar al tanto de todos los avatares editoriales y de todas las hipótesis sobre las posibles autorías (individual, doble o hasta triple, y todo ello, sin salirnos del terreno de las hipótesis... ¿Es que nos hemos vuelto locos?).




Así se hacen las cosas


Hugo Chávez ha expropiado una cadena de supermercados debido a la subida de precios realizada por los dueños de estos establecimientos, provocada, a su vez, por la devaluación monetaria llevada a cabo por los responsables económicos del Gobierno venezolano.


No es que yo esté de acuerdo con el método que se ha seguido, más propio de repúblicas bananeras y populistas de dudoso carácter democrático. Pero el hecho en sí me provoca absoluta admiración y lo aplaudo con todas mis fuerzas. Desde el punto de vista puramente económico, el régimen de Hugo Chávez es el paraíso del socialismo. Cualquier asomo de especulación financiera es cercenado de inmediato por unos resortes institucionales que velan constantemente por los derechos fundamentales de la población y la igualdad social que debe regirlos.


Eso es auténtica política social y lo demás son tonterías. En un pestañeo de ojos, los trabajadores de "Éxito", la cadena de supermercados nacionalizada, han pasado de ser simples empleados de un negocio privado, con la precariedad que el sector privado conlleva, a convertirse en funcionarios, con todos sus derechos y toda la seguridad que supone trabajar para el Estado, y todo, sin haber tenido que realizar unas Oposiciones. Así da gusto, amigos míos.


lunes, 18 de enero de 2010

Haití

Resultaría obsceno no dedicar unas palabras a la tragedia del Caribe. Es tan curioso como trágico: nuestra lejanía respecto a aquella región del Atlántico es directamente proporcional a la magnitud de la catástrofe acaecida. Sin embargo, ¿qué se puede decir ante un suceso de este calibre? Una cosa está clara: se repiten, bajo la forma de fenómenos naturales, los mismos esquemas de injusticia y desigualdad mediante los que se articulan las sociedades actuales, prácticamente desde la Revolución Neolítica: los más desgraciados y desvalidos se llevan siempre la peor parte de todo, mientras que los más afortunados y protegidos se quedan con todo lo mejor, porque todo lo bueno les sucede a ellos. Se trata de la eterna división entre ricos y pobres; afortunados y desgraciados; norte y sur; occidente y oriente, etc. Es como si la naturaleza se fijara en lo que hacemos para hacer ella lo mismo. ¿Y qué es lo que nosotros hacemos? Destruirnos mutuamente.

No podemos culpar a la Naturaleza de lo que ha pasado. En todo caso, deberíamos preguntarnos por qué ha respondido nuestro planeta como lo ha hecho, y donde lo ha hecho. Este planteamiento, a primera vista, no es más que retórica, dado que, efectivamente, existen unos tipos profesionales, los sismólogos, geólogos, etc., que son los encargados de dar cumplida respuesta a estos interrogantes.

Pero mi planteamiento no hace referencia al plano objetivo de lo que ha sucedido. La cuestión apunta hacia otra parte más profunda y que va más allá de lo meramente científico.No podemos culpar a la Naturaleza de las desigualdades sociales, aunque algunos reaccionarios lo pretendan. La culpa de esas desigualdades es nuestra. Pero, ¿de quién es la culpa de lo que ha ocurrido en Haití? ¿Qué han hecho esas pobres gentes para merecer lo que se les ha caído literalmente encima dejando sepultadas a muchas de esas personas para siempre?

Por muy anticapitalista que yo sea, no puedo culpar al capitalismo de los desastres provocados por un terremoto. Sin embargo, dado que el capitalismo es la forma de gobierno que rige en la mayoría de los países del mundo, y, teniendo en cuenta toda la pobreza y desigualdades que ha generado y seguirá generando, y, por muy absurdo y retorcido que sea mi razonamiento, quiero retomar el argumento que esgrimí al principio de estas líneas para expresar mi opinión, según la cual la naturaleza ha actuado, en su dominio correspondiente, como el capitalismo en la esfera social: mediante la destrucción.

domingo, 17 de enero de 2010

Silogismo autorreferencial (y algunas reflexiones consecuentes)

1. El trabajo dignifica.

2. Yo no trabajo.

3. Yo no soy digno.

Deducción: yo no seré digno hasta que trabaje. O lo que es lo mismo: sólo cuando empiece a trabajar, empezaré a ser digno.

Marx, no soy digno de ti... todavía.

¡Proletarios de todos los países, enorgulleceos de vuestra condición!

jueves, 14 de enero de 2010

Dos aforismos

1. El hombre, cuanto más evolucionado, más vulnerable.

2. Sólo creemos en el destino cuando nos conviene.

sábado, 9 de enero de 2010

¿Qué es esto?

Un hombre puede amar con las dos manos
y dos manos pueden amar a un hombre
un hombre y sus dos manos son hermanos
del amor que produce amar a mares
los mares del amor por mor de manos
son como grandes manos de hombres grandes
la grandeza de amar está en las manos
de los hombres del mar que aman los mares
de los amores grandes que ama el hombre
cuando siente el amor amar al amo
de los amores grandes de los hombres
amar amor a un hombre enamorarle
del amor que amará si se enamora
del amor sin demora de la vida
una forma de amar sin arma amada
sólo el arma de amor que el mar amara.

jueves, 7 de enero de 2010

Amistad y gratitud

Gracias, Alejandro y Rosita, por vuestros elogios a mi acróstico. No sabéis cuánto significan para mí esas palabras vuestras tan abiertamente favorables a un texto escrito por mí (creo que es la primera vez que se da el caso) . Gracias, Rosita, por tus sinceros consejos. Gracias, Ale, por tu Sísifo, del que tanto aprendo.

Aunque suene a topicazo archimanido, quiero recurrir a los famosos versos de Julio Martínez Mesanza para redondear este acto de gratitud hacia vosotros:

"Si tuvieses al justo de enemigo,
sería la justicia mi enemiga.
A tu lado en el campo victorioso
y junto a ti estaré cuando el fracaso.
Tus palabras tendrán tumba en mi oído.
Celebraré el primero tu alegría.
Aunque el fraude mi espada no consienta,
engañaremos juntos si te place.
Saquearemos juntos si lo quieres,
aunque mucho la sangre me repugne.
Tus rivales ya son rivales míos:
mañana el mar inmenso nos espera."

Os quiero.

martes, 5 de enero de 2010

Dístico juanramoniano a modo de poética

¡No la toquéis ya más,
que así es la rosa!



En realidad, se trata de un endecasílabo partido por la mitad. ¿Cuál es su contenido? ¿Qué nos quiere decir realmente? ¿Hay que dejar el poema tal y como nos viene dado por la inspiración o debemos retocarlo, corregir, tachar y reescribir? Su autor era muy de lo segundo, es decir: de reescribir, corregir, tachar y enmendar. De hecho, ningún verso salido de su pluma fue jamás definitivo e inamovible. Siempre podía ser mejor. Siempre podía afilar la precisión verbal de su poesía. Entonces, ¿por qué escribió Juan Ramón estos versos en los que dice que hay que dejar tranquilo al poema?

lunes, 4 de enero de 2010

¡Y más sorpresas todavía!

Me encanta acumular sorpresas para ti, que fuiste la gran sorpresa de mi vida.

Qué Reyes Magos te esperan, Laurita mía...



"... En árbol te conviertes y eternizas mi gozo
fijando su extensión fuera del tiempo,
allí donde miradas y caricias
dejan de ser fugaces
y en sensación perpetua se transforman."

Te amo, laurel de mi corazón

domingo, 3 de enero de 2010

Acróstico en forma de cadáver exquisito

Los años de una hormiga son eternos
Antes de haber llegado estoy saliendo
Un hombre puede amar con las dos manos
Realmente soy un ser de carne y hueso
Ayer me fui a buscar un adjetivo

También es la palabra un don divino
El cielo está nublado y tengo frío

Así se hacen las cosas en mi pueblo
Mañana iré a tu cuarto a despertarte
O vienes o te vas, no me hagas esto.

sábado, 2 de enero de 2010

Acertijo para mi laurel

Qué gusto da poder permitirse uno el lujo de hacer regalos en condiciones y,sobre todo, que estén a la altura de quien los va a recibir.

viernes, 1 de enero de 2010

Deseos para el 2010 con prólogo en forma de aforismo marxista- leninista

El capitalismo es el opio de la burguesía, y el imperialismo es la explotación narcotizante del proletariado extranjero.

Que los pobres dejen de pagar los abusos de los ricos. Que España, mañana, será republicana. Que suban los impuestos para que haya más gastos sociales, que estamos en crisis. Que el sector público gane al sector privado. Que Santiago Carrillo funde el Partido Eurocomunista de España y se presente a la candidatura de la próxima Presidencia. Que Enric Sopena, Carlos Carnicero, Antón Losada, Isaac Lafuente, Margarita Sáenz- Díez y Nacho Villa vuelvan a 59 Segundos. Y que yo me saque las oposiciones.