BLOG DE RAFA PARRA SOLER

De vocación, poeta, ensayista y dramaturgo.











miércoles, 29 de febrero de 2012

Primero de marzo (2001- 2012)

Once años después, espero que sigas descansando en paz, la misma paz con la que te marchaste. Te quiero, siempre te he querido y siempre te querré. Ojalá hubieras podido conocer a Laura. Ella te quiere mucho ya, sin conocerte. Imagínate cuánto más te querría si te hubiera conocido. Ella me cuida como me cuidabas tú, y yo la cuido a ella como te cuidaba a ti. Es la mujer de mi vida igual que tú fuiste la mejor madre del mundo: mi madre.

jueves, 16 de febrero de 2012

La Iglesia Católica y los sindicatos

Algunos se quejan mucho de la financiación pública de los sindicatos, pero no dice nada de la financiación pública de la Iglesia Católica. ¿Que qué diferencias hay? Pues, por ejemplo, que los sindicatos defienden nuestros derechos laborales y nos representan a todos. La Iglesia solo representa a sus seguidores y defiende solo aquello que le conviene y que, en la mayoría de los casos, constituye un ejercicio de intromisión en las conciencias individuales. Tanto que hablan los obispos de libertad... Si exigimos que los sindicatos se autofinancien, exijamos que la Iglesia haga lo mismo. Ya está bien de dobleces e hipocresías.

jueves, 2 de febrero de 2012

La ética del lector

Leer es todo para mí. Los libros me provocan un inmenso placer estético e intelectual, y ético, también, porque, cada vez que termino de leer un libro, me siento mejor persona, siento que he conseguido algo importante.

Me siento afortunado y privilegiado por el hecho de tener unos gustos y unos vicios tan baratos y tan gratificantes a la vez. Baratos, eso sí, en cuanto a lo monetario, porque la lectura no deja de ser una actividad física e intelectual que requiere un enorme esfuerzo, sobre todo si uno considera a la literatura como una práctica cuya finalidad va mucho más allá del simple entretenimiento, como es mi caso. Porque yo en la literatura lo busco todo, y también lo encuentro, afortunadamente. Entre los libros y yo se produce una mutua correspondencia que es comparable con una relación amorosa. Y, como sé que mi novia me conoce muy bien, y sabe a qué me refiero, sé que no se va a sentir celosa cuando lea estas líneas.

Creo que la ética del lector consiste en eso, en aprender de los libros a ser mejores personas cada día y, en la medida de lo posible, hacer pedagogía del habito lector para contagiar ese entusiasmo a nuestro alrededor, de manera que se extienda la importancia de los libros y de la lectura en la vida cotidiana de las personas,y a la vez, procurar que esas personas también se sientan a sí mismas crecer y madurar estética, intelectual, espiritual y éticamente gracias a su relación con los libros, que, en muchas ocasiones, constituyen un trato mucho más agradable y fructífero que el de muchas personas que representan lo peor de la raza humana y sacan de quicio a cualquiera. Con los libros no pasa eso. Los libros son los mejores amigos que se pueden tener, y, como dijo Plinio, no hay libro, por malo que sea, que no tenga algo bueno.