Las veredas se bifurcan como los senderos de Borges. Y entonces hay que elegir. Y no es fácil. Al menos, no suele serlo, porque elegir implica tomar decisiones, y, cuando uno se decide por algo, deja de lado todo lo demás. Si se es indeciso, la decisión se toma con miedo. Si se está seguro de lo que se hace, la decisión se toma con audacia. El mundo se divide entre los indecisos y los audaces. Yo antes estaba entre los primeros, pero las experiencias de la vida me han hecho madurar y crecer como persona.
Ahora sé lo que quiero. Quiero sacarme la plaza de profesor y quiero que Laura sea la madre de mis hijos.
jueves, 18 de febrero de 2010
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Ohhhhhhh
ResponderEliminar¿ves?
Mucho mejor así, mucho mejor optimista y audaz que lloroncio y quejicunsio.
TAM
La clave para no fallar en tus decisiones es seguir a tu corazón. Lo decía Walt Disney en la pelicula del Rey Leon; hakuna matata, vive y deja vivir.
ResponderEliminarUn abrazo Poet! isi