Aunque me suba a hombros de gigantes,
nunca veré las cimas.
No alcanzarán mis manos el tacto del triunfo,
porque han llegado tarde al espectáculo.
En medio del desierto y del océano,
tan sólo soy consciente
de la presencia de unas cuantas olas
que me mecen, o de unas cuantas dunas,
o unos granos de arena
- y los pocos que puedo
coger, se me resbalan de las manos-...
No puedes pretender, a estas alturas,
dominar el desierto y el océano
sin haber sido ya, desde la infancia,
un marinero experto o beduino.
Ya es tarde para conquistar La Meca
o descubrir América.
martes, 18 de enero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Pues me ha gustado mucho, la verdad. Publicas mucha poesía aquí?
ResponderEliminarBesos
Yolan
Q bonito Rafa, hacia mucho que no miraba tu blog y ya lo hechaba de menos. Me ha encantado el poema y me he sentido identificado, aunque, personalmente me gusta seguir soñando y pensando que aun voy a conquistar el mundo! Un abrazo muy grande, Gonzalo
ResponderEliminarbuah es espantoso este hombre es un friki
ResponderEliminar