¡No la toquéis ya más,
que así es la rosa!
En realidad, se trata de un endecasílabo partido por la mitad. ¿Cuál es su contenido? ¿Qué nos quiere decir realmente? ¿Hay que dejar el poema tal y como nos viene dado por la inspiración o debemos retocarlo, corregir, tachar y reescribir? Su autor era muy de lo segundo, es decir: de reescribir, corregir, tachar y enmendar. De hecho, ningún verso salido de su pluma fue jamás definitivo e inamovible. Siempre podía ser mejor. Siempre podía afilar la precisión verbal de su poesía. Entonces, ¿por qué escribió Juan Ramón estos versos en los que dice que hay que dejar tranquilo al poema?
martes, 5 de enero de 2010
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Era Zenobia la que corregía ;)
ResponderEliminarNo se fiaba de él...normal...
Estos hombres...
Supongo que él se refiere a la pureza, a lo auténtico, a la poesía. Si la rosa es la poesía Juan Ramón Jiménez está obsesionado por alcanzar su esencia, es decir, la rosa. Por eso siempre corregía tanto, porque nunca estuvo contento, porque pensaba que nunca alcanzab la perfección. Por eso creo que estos versos no sólo no contradicen su actitud sino que la corroboran.
ResponderEliminarPorque cuanto más lo toca más feo lo ve...
ResponderEliminarDigo yo, es una suposición de trianera absurda.
De todas maneras ten en cuenta que JRJ era un poquito mucho neurótico, además de gran poeta y probablemente ese tipo de manías se le puedan achacar en parte a su neurosis, por muy rocambolesco que parezca.
Un besito, Rafa!