Reconozco que no le falta honestidad, o, al menos, a mí me lo parece, en lo que escribe, no así en lo que dice ( y en cómo lo dice) cada vez que los medios de comunicación deciden recoger alguna declaración suya, por muy estúpida que sea. Digo lo de la honestidad porque me parece verdaderamente sincero lo que defiende: el mercado como el único medio eficaz para luchar contra la pobreza y las desigualdades sociales. El Estado, por su parte, queda como el culpable de los fallos del mercado: si Bernard Madoff ha estafado y se ha forrado es por culpa de los mecanismos reguladores y aquéllos que los dirigen, no por la codicia de estos grandes ejecutivos.
Habrá que ver cómo termina el libro. De todos modos, me gusta mucho contrastar opiniones leyendo obras de autores cuyo pensamiento es radicalmente contrario al mío, como sucede en este caso.
Soy Víctor (Dos Herm). Me niego a hablar de ese cerdo bigotudo,jeje. Sólo era para felicitarte por tu primer día de insti. Enhorabuena, poeta
ResponderEliminarVíctor, no corras, que aún no ha empezado.
ResponderEliminarQué suerte la tuya, Rafa: tener un carácter lo sufiucientemente humilde como para atender y respetar el pensamiento ajeno. ¿Ves? yo no tengo esa cualidad, por eso me cuesta horrores relacionarme con quienes piensan diferente, y mucho menos leer sus libros. Dice mucho de ti.
Tienes que explicarme con detalles lo de la familia tradicional como solución a la crisis, ¿eh? Parece un tema interesante, cuanto menos.
Lo de leer opiniones totalmente contrarias está fenomenal para enriquecer tu visión del mundo pero leer a Aznar, no sé yo cuánto de enriquecedor tendrá ¿eh? jaja.
ResponderEliminarMe gusta tu blog.
Un saludo.