"Los temores, cuando son reales, son menos espantosos que cuando son hijos de la imaginación" (Shakespeare, Macbeth)
La imaginación es una caja de resonancia para todas las manifestaciones del subconsciente. Lo bello y lo siniestro disponen de un ámbito de expansión tanto para el éxtasis como para el horror. El individuo que tiene la suerte o la desgracia de experimentar estas sensaciones puede canalizarlas muy positivamente si posee vocación artística. En caso de no tenerla, el individuo en cuestión es presa fácil de reformatorio u hospital psiquiátrico. Aunque también hay término medio: terapia y medicación.
martes, 23 de agosto de 2011
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Cas:
ResponderEliminar¿Un neurótico, si no es "artista" es carne de psiquiátrico? ¡Qué duro!