BLOG DE RAFA PARRA SOLER

De vocación, poeta, ensayista y dramaturgo.











miércoles, 26 de enero de 2011

Me gusta tu susurro dulce y tierno

Me gusta tu susurro dulce y tierno.
Me embriaga el paladar cuando lo escucho.
Me acaricia el oído tu voz suave
y el corazón de miel se vuelve entero
al tacto de la brisa en que lo envuelves.

Me gusta tu susurro dulce y tierno:
es oro lo que sale de tu boca
en forma de aire tibio y amoroso
que acoge mi entregada fortaleza
y sus entrañas llena de ternura.

Me gusta tu susurro dulce y tierno.
No apagues nunca tu susurro alado
y entrégame sus alas en el aire
del susurro que sale de tu boca
para hacerme sentir su suave aliento.

martes, 25 de enero de 2011

El itinerario de la poesía

"... la poesía no hace que ocurra nada: sobrevive
en el valle donde nace, donde ningún ejecutivo
querría jamás llegar; fluye hacia el Sur
desde ranchos de aislamiento y desde activas penas,
crudas ciudades en que crecer y morir. Sobrevive eso,
una boca y un modo de suceder las cosas."

W. H. Auden, "En memoria de W. B. Yeats"



La poesía no hace que ocurra nada... o, quizá, sí. Preguntádselo a Gabriel Celaya o a Blas de Otero. Sobrevive en el valle donde nace, y perdura en el tiempo, más allá de la vida, diría yo. Preguntádselo a Jorge Manrique o a Francisco de Quevedo.

... donde ningún ejecutivo querría jamás llegar. En general, estoy de acuerdo. Pero hay excepciones. Preguntádselo, si no, a Jaime Gil de Biedma. Fluye hacia el Sur... ¿Hacia el Sur? ¿Por qué, precisamente, hacia el Sur? ¿Qué tiene el Sur de malo? ¿Se trata, acaso, de la ley de la gravedad, que hace que todo caiga, metáfora científica del fin y de la muerte? La poesía puede caer hacia el abismo o ascender al infinito. La poesía no entiende de gravedades ni de inercias, ni de electricidad estática, ni de órbitas celestes. Mejor dicho: no es que la poesía no entienda de estas cuestiones. Lo que ocurre es que no son esos elementos los que controlan a la poesía, sino que es la poesía la que los controla a ellos. Por eso nosotros nos aferramos a ella con tanta fuerza: para sentir que también nosotros controlamos algo.

Sobrevive eso, una boca y un modo de suceder las cosas... La boca es la voz, el estilo, la destreza y el talento. Sobrevive el talento y lo que éste contiene y es capaz de aportar: la visión personal de la existencia, el modo en que las cosas se suceden.

martes, 18 de enero de 2011

Limitaciones omnipresentes

Aunque me suba a hombros de gigantes,
nunca veré las cimas.
No alcanzarán mis manos el tacto del triunfo,
porque han llegado tarde al espectáculo.

En medio del desierto y del océano,
tan sólo soy consciente
de la presencia de unas cuantas olas
que me mecen, o de unas cuantas dunas,
o unos granos de arena
- y los pocos que puedo
coger, se me resbalan de las manos-...

No puedes pretender, a estas alturas,
dominar el desierto y el océano
sin haber sido ya, desde la infancia,
un marinero experto o beduino.
Ya es tarde para conquistar La Meca
o descubrir América.

lunes, 17 de enero de 2011

He descuidado a las palabras...


Ya está bien de no escribir. Se acabó, Rafa. ¿Recuerdas que te creaste este blog precisamente para eso, para escribir todos los días? Pues hazlo, aunque no tengas nada que contar, o aunque no sepas cómo contar algo de lo que quieras hablar, o aunque no tengas ganas de escribir...

Escribe de lo que sea: del trabajo, del tiempo, de Algeciras o de Tomares, de tu Laurita, a la que tanto quieres... pero escribe, por favor, y no dejes de hacerlo, porque es un ejercicio necesario en tu vida, porque eres escritor, y los escritores se dedican a escribir, aunque sea sólo una palabra al día, porque en eso consiste la literatura, Rafa: en juntar palabras y construir algo bonito con ellas. Así que, por favor, no dejes de escribir, aunque sólo sea una palabra o una frase al día. Porque una, hoy y otra, mañana, y otra, pasado, y al otro, y, así, sucesivamente, acabarán por dibujar una sonrisa en tus lectores y en ti mismo, que habrás superado la prueba de la constancia haciendo lo que te gusta.

Así que, por favor, retoma este hábito y expándete por el universo en blanco de las posibilidades creativas. Expande tu mente, tu alma y tu corazón. Arranca sonrisas y lágrimas, decepciones y alegrías, complicidades e indiferencias... No te quedes de brazos cruzados, porque el tiempo pasa volando y, cuando quieras darte cuenta, ya será demasiado tarde para empezar a construir algo hermoso con palabras. Y las palabras están ahí, deseando que las mimen, cuiden y acaricien comosi fueran animales de compañía, mostrando lealtad a su dueño y defendiéndole de los enemigos y de la soledad.
Hazte dueño de las palabras y pon todo tu esmero en cuidarlas. Ellas te lo agradecerán.