BLOG DE RAFA PARRA SOLER

De vocación, poeta, ensayista y dramaturgo.











viernes, 30 de diciembre de 2011

¿"Comunidad de Madrid" o "Aguirre y Asociados S.L."?

La señora Esperanza Aguirre está convirtiendo en una empresa privada la Comunidad Autónoma que preside. Su obsesión y afán desmesurado por acabar con el sector público están surtiendo el efecto de dos legislaturas de Reagan y Thatcher juntas, y esto es algo que asusta, sobre todo si Rajoy decide tomar su ejemplo como modelo de gestión para todo el Estado.

Lo de reducir el sueldo a los funcionarios cuando se den de baja por enfermedad, ya es el colmo. Una cosa es tomar medidas contra el absentismo laboral, que existe y que es una vergüenza que se produzcan. Pero una cosa es eso, y otra, muy distinta, es suprimir uno de los derechos laborales más importantes, aquel que nos da cobertura ante cualquier tipo de eventualidad, como el hecho de caer enfermos, que es la más frecuente. La señora Aguirre pretende trasladar al sector público todas las precariedades, arbitrariedades y despotismos que el sector privado pone al servicio del empresario para explotar s sus trabajadores. Y, todo ello, con la excusa de mejorar la productividad y agilizar todos los prodedimientos de gestión. Esto último, que concierne a la burocracia administrativa, no digo yo que no sea un aspecto susceptible de mejoría en el ámbito de la función pública, pero la cuestión de la productividad es harina de otro costal, y es lo que la señora Aguirre no entiende o no quiere entender. Porque pretender introducir en la función pública los criterios del mercado, especialmente en lo concerniente a la productividad, constituye una aberración que puede hacer mucho daño, como ya lo está haciendo, a la prestación de los servicios sociales básicos y al Estado de Bienestar en su conjunto.

La señora Aguirre se olvida de su propia condición de servidora pública y hace un flaco favor a aquelloe que ella misma representa a fuerza de desprestigiarse a sí misma como representante de los derechos de unos ciudadanos que la han elegido a ella para seguir siendo eso, ciudadanos, y no para convertirse en esclavos. Si la señora Aguirre tanto admira el mundo empresarial y el afán de enriquecimiento materialista que lo sustenta, que se vaya allí y deje paso a algún otro gobernante de su propio partido que realmente tenga vocación de servicio público (lo veo difícil) y no quiera convertir los votos de la ciudadanía en un cheque en blanco para convertir su cargo político en una vía de enriquecimiento personal.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Vergüenza propia y ajena

Sale Gasol en la tele tratando de concienciarnos sobre la desnutrición de los niños del tercer mundo. Dice que los mil primeros días son vitales para salvar a las pobres criaturitas de morir de inanición. Y, entonces, a mí me da la risa, pero no piensen ustedes mal, porque es de pura indignación. Porque esta clase de anuncios publicitarios me parece que se quedan en la simple intención de movernos al ejercicio de la caridad para aliviar nuestras conciencias, en vez de pretender atajar el problema de raíz ejerciendo una concienciación más sólida y creíble.

¿Los primeros mil días? ¿Cómo podemos ser tan hipócritas? Por un solo día que pase un niño sin comer ya se nos debería caer a todos la cara de vergüenza. ¿Cómo permitimos, en nombre de la decencia, que pasen millones de niños diariamente sin comer, y así hasta mil días, cuando no muchos más, incluso hasta la muerte? ¿Cómo que los primeros mil días son vitales? ¿Eso significa que pueden estar pasando hambre los primeros novecientos noventa y nueve días, porque todavía no se han muerto y aún los podemos salvar? Tamaña muestra de cinismo solo es posible encontrarla en una sociedad como la nuestra.

O todos moros, o todos cristianos: en defensa de Ana Botella

Eso es lo que dicen mis alumnos cada vez que creen que se ha cometido una injusticia con ellos. Porque no deberíamos escandalizarnos por ciertas cosas que hacen unos cuando las pasamos por alto si las hacen otros. Me estoy refiriendo al terreno de la política en general, y al nombramiento de Ana Botella como alcaldesa de Madrid, en particular.

Resulta que a todo el mundo le parece un escándalo que la mujer de Aznar haya alcanzado tan importante cargo político sin haber sido elegida democráticamente. Aparentemente, es reprobable, pero es que nadie puso el grito en el cielo cuando Griñán fue nombrado Presidente de la Junta de Andalucía a dedo por su antecesor, Manuel Chaves, que acababa de ser elegido Ministro de Política Interterritorial por Zapatero. Pues, en este caso, ha sucedido exactamente igual: el actual Alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, ha sido llamado por Rajoy para liderar el Ministerio de Justicia, y Gallardón, haciendo uso de sus competencias, ha decidido que sea Ana Botella quien lo sustituya en el cargo hasta el momento desempeñado por él.

¿Que nos fastidia que sea la mujer de Aznar la que esté al frente de los asuntos de la capital de España? Eso no es excusa para someter a esta señora al linchamiento mediático que está sufriendo. En todo caso, el responsable de esto es Gallardón, y es él la persona a quien deberían ser dirigidas todas las críticas. Ana Botella es la beneficiaria... o la víctima, según se mire. Pero ella no tiene la culpa, ni de ser la mujer de Aznar, que tiene todo el derecho a estar casada y enamorada del expresidente del gobierno, y que, si se enamoró de él, será porque algo de bueno habrá visto en el presidente de FAES. Tampooc tiene la culpa de que Gallardón la haya elegido para el desempeño de tan importante cargo. Es más: yo creo en Gallardón, en su decencia e integridad personal y profesional. Y, si ha elegido a esta señora, será porque realmente cree que es la mejor persona para el desempeño de esa función. Otra cosa será cómo se vaya desenvolviendo en dicha práctica, y entonces, a medida que esto se lleve a cabo, llegará el momento de criticar sus errores, cuando los cometa, y elogiar sus aciertos, cuando estos se produzcan.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Las prioridades del nuevo gobierno del PP

“Nos debería dar vergüenza ser el país aliado que menos gasta en Defensa. Eso no puede ser”, ha declarado recientemente Pedro Morenés, el nuevo Ministro de Defensa. Efectivamente, tenemos muchos motivos para sentir vergüenza, pero no precisamente por gastar poco dinero en Defensa, a no ser que nuestras prioridades sean otras distintas de las que deben ser. Es decir, si lo que realmente nos importa es lo que nuestros socios de la OTAN, empezando por EE.UU., piensen de nuestro ejército a la hora de poder ser los primeros en acompañar a los norteamericanos en sus arbitrarias y gratuitas incursiones belicistas por Oriente Medio, entonces sí, tenemos motivos para sentir vergüenza, porque quizá nuestras fuerzas armadas no son las que deberían ser y habría que dotarlas de más recursos y destinar más gasto público a reforzar unas instituciones que tan necesarias resultan para la protección de nuestra soberanía y de nuestra integridad territorial.

Pero, si lo que realmente nos importa son los cinco millones de parados, la precariedad laboral, la creciente privatización de los servicios públicos y la preponderancia de los mercados financieros sobre las instituciones democráticas, entonces lo que realmente debería hacernos sentir un ruborizante bochorno es el hecho de ser el país de la Unión Europea que menos gasto público destina a partidas tan importantes como sanidad, educación, pensiones, dependencia e investigación. Es ésta una cuestión que los miembros del nuevo gobierno del PP deberían plantearse o replantearse, especialmente el nuevo Ministro de Defensa, don Pedro Morenés, autor de tan inquietantes declaraciones. Por indignantes que resulten, aquellas obedecen una cuestión de prioridades, y está muy claro que las del nuevo gobierno no van por los derroteros del bienestar ciudadano, sino por recuperar el prestigio nacional en el marco internacional de las relaciones atlánticas (OTAN) y devolver a los mercados y al sector privado la importancia que, según ellos, les corresponde en términos de creación de riqueza y productividad.

La potencial hipocresía que empieza a poner de manifiesto este nuevo gobierno consiste en que no es que se vaya a reducir el gasto público, sino que se va a emplear en reforzar los sectores que realmente son importantes para nuestros nuevos gobernantes, empezando por el Ejército, que tiene que estar listo para cuando EE.UU. nos llame para volver a invadir Irak o Afganistán. Y esto tiene un nombre: keynesianismo de derechas.

Cuando sean nuestros soldados españoles los primeros en aparecer tras los escombros provocados por las bombas norteamericanas, entonces habremos recuperado del todo el prestigio internacional que Zapatero nos arrebató cuando retiró las tropas de Irak y cuando se quedó sentado en el desfile de las Fuerzas Armadas, el mismo prestigo que al señor Aznar tantos gestos de adulación le costó conseguir cuando gobernaba, y que ahora vamos a recuperar gracias a los nuevos sucesores del gran patriota de la democracia española.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Los extremos se hunden

Dice el refrán que los extremos se tocan. También hay que afirmar, en este caso, que los extremos se hunden. Y lo curioso del caso es que el hundimiento se esté produciendo en ambos extremos, puesto que solo uno de ellos, el de la izquierda política, se supone que está pasando por horas bajas, después de haber perdido las elecciones generales. Y, sin embargo, la debacle mediática que se está produciendo ha afectado por igual a Libertad Digital, pulicación, ultraconservadora, y a Elplural.com, periódico digital de extrema izquierda, cuya línea editorial extremadamente demagógica y obsesionada por lo anecdótico en lugar de tratar de informar sobre noticias serias, sólidas y de contenido más categórico, la sitúa en una delicada tesitura a la hora de buscar seriedad y credibilidad. Valga el mismo argumento para Libertad digital, entre otras.

El caso es que, entre Federico Jiménez Losantos, César Vidal y Pío Moa, por una parte, y Enric Sopena y Carlos Carnicero, por otra, la cosa está que arde. Porque resulta que Losantos ha expulsado de Libertad Digital a Pío Moa por considerar que este último personaje se ha cebado en demasía con el señor César Vidal al cuestionar su calidad y rigor como historiador, así como su excesiva defensa de la religión protestante. Quién nos iba a decir que los tres grandes adalides de la intelectualidad conservadora, que vienen llenando de contenido ideológico los más rancios tópicos de la derecha ultramontana de los últimos años, como que la guerra civil empezó en 1934, o que la ley de memoria histórica es un intento, por parte del rojo de Zapatero, de ganar la guerra de forma retroactiva; o que la asignatura de Educación para la ciudadanía es una forma de lavar el cerebro a los adolescentes; o que el matrimonio homosexual es una aberración, igual que el aborto y la eutanasia; o que la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones es un ejercicio de pensamiento débil, ya que lo viril sería posicionarse con EE.UU. y apoyar todas sus invasiones en busca de la conquista del oro negro.

Pero es que lo más sorprendente, si cabe, es el hecho de que los dos grandes apologistas del zapaterismo, Enric Sopena y Carlos Carnicero, los líderes de Elplural.com, también se hayan peleado, y por el mismo motivo que hasta ahora les había mantenido unidos: su defensa de la política de Zapatero. Los extemos, por naturaleza, no admiten término medio, y cuando se admite o reconoce que no todo es blanco o negro, en el momento en que se produce algún asomo de pretensión crítica o moderación en las formas, la cosa se desmorona, y eso es, precisamente, lo que ha sucedido. Porque, en el momento en el que el señor Carnicero ha empezado a mostrarse crítico con la gesión del ya expresidente del gobierno socialista, el señor Sopena lo ha tachado como una especie de "renegado Kautsky", que diría Lenin, y lo ha expulsado del periódico que edita y dirige. ¿Qué periódico es éste? Pues sí, señores: elplural.com.

La verdad es que divierte asistir a estos conflictos mediáticos, tanto los de un bando como los del otro. Pero no es solo sensación de diversión lo que esto provoca. También provoca satisfacción y tranquilidad el hecho de saber que todas estas cosas son posibles gracias a un derecho de incalculable valor constitutivo de cualquier democracia seria que se precie como tal: la libertad de expresión.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Apocalypse now y La chaqueta metálica: Kubryck frente a Coppola

El absurdo de la guerra cobra algo de sentido cuando se lo retrata desde el prisma de la creación artística. No se trata de justificar el horror, las muertes y la sangre inocente derramada en vano, per admitamos que esto es lo que más inspira a la hora de crear belleza. Picasso experimentó eso, y Kubryck y Coppola, visto lo visto, también. Porque sus películas sobre la guerra de Vietnam, Apocalypse now y La chaqueta metálica, son dos sublimes productos de la guerra fría que casi nos hacen dar las gracias a los yankies por haber invadido el país oriental en su lucha contra el comunismo. Porque, si esto no hubiera sucedido, no habríamos tenido la oportunidad de deleitarnos con las interpretaciones de Mathew Modine y Martin Sheen, de R. Lee Ermey y de Marlon Brando.

Nada más lejos de mi intención, evidentemente, que hacer apología de la guerra, y menos de las que iniciaron los estadounidenses en su obsesión antisoviética. Lo que sucede es que, cuando el espectador se encuentra frente a la pantalla viendo una de estas dos películas, experimenta una mezcla de placer estético e indignación moral, una especie de deleite insano que nos provoca remordimiento de conciencia, en la medida en que en este caso sucedió lo que sucede casi siempre si generalizamos: que para que en occidente, en el primer mundo, nos lo pasemos bien, en oriente, en el tercer mundo, la gente tiene que sufrir y morir.

Esas son las grandezas y las miserias que se dan cuando el arte y la vida o la realidad y la ficción entran en contacto. Más aún, tratándose de cuestiones tan delicadas como éstas. El ejemplo de ese soldado que luce un símbolo de la paz en la solapa de su camisa a la vez que lleva un casco con la frase "Nacido para matar", y que, cuando le preguntan por qué luce dos símbolos contradictorios en su indumentaria, no es capaz de dar una respuesta medianamente seria, nos recuerda a los dos personajes de la obra teatral Pic-nic de Fernando Arrabal, en que, siendo los dos soldados de los dos bandos contendientes, resulta que ninguno de ellos quería estar allí, y que solo lo hacían siguiendo las órdenes de sus superiores. En este caso ocurre igual, pero con la cantilena de la de la lucha del mundo libre, representado, cómo no, por los EE.UU., contra el comunismo.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Carta abierta a las personas que critican a los funcionarios

Ya está bien. Estamos más que hartos. No somos ni unos vividores, ni unos privilegiados. Solo tenemos lo que todo el mundo debería tener: estabilidad. Eso es lo que nos permite vivir dignamente, sin tener que pisotear a nadie, cosa que muchos no pueden afirmar. No somos ni unos subvencionados ni unos mantenidos. A nosotros nos pagan a fin de mes, es decir, por haber realizado un trabajo, como a todos los demás. Y lo que tenemos, que es lo mínimo decente para poder ser personas y realizarnos como tales, no nos lo ha regalado nadie. Nos lo hemos ganado a pulso, con muchísimo esfuerzo. Quien quiera unirse al carro, que apechugue y se prepare unas oposiciones. Quienes, por el contrario, prefiráis seguir el american way of life para convertiros en magnates del petróleo, de las finanzas o de las telecomunicaciones, pues adelante. Pero, cuando las cosas os vayan mal, no nos echéis la culpa a nosotros.

Dejad de insultarnos y de menospreciarnos. Porque la culpa de que algunos, o muchos de vosotros, estéis ahora en el paro, o tengáis una puta mierda de contrato, no es nuestra. Es de vuestros jefes, esos mismos señores que solo piensan en abaratar lo ajeno para encarecer lo propio. Esos mismos individuos que solo piensan en dar lo mínimo para obtener lo máximo. Esos defensores de la beneficencia que tanto favorecen a la clase trabajadora.

Lo más grave de todo es que vosotros defendéis a los mismos individuos que os explotan y critcáis a las instituciones y a los individuos que tratan de favoreceros, no sé si por odio, por envidia o por qué absurdo motivo.

Los costes laborales y el endeudamiento público son algo necesario para que los que nos sois funcionarios tengáis algo a lo que agarraros cuando el sistema capitalista, que tanto defendéis, os ha dejado sin nada. Porque cuestiones como el poder adquisitivo, el salario mínimo y las coberturas sociales son derechos laborales, no privilegios ni caprichos. Es más: todos estos son elementos imprescindibles para el sostenimiento del sistema, porque sin estabilidad ni seguridad, no ha consumo, y sin consumo, no hay beneficios para las empresas y el sistema se desmorona.

Y, sin embargo, todo lo que suene a estabilidad laboral y económica es para vosotros algo malo, porquer vosotros creéis que tener estabilidad significa echarle morro a la vida y apalancarse. Para vosotros, la única forma de que un trabajador sea productivo y rinda al máximo es sumiéndolo en la precariedad, porque, si vive amenazado de perder su empleo, que es la base de todo lo demás, entonces nunca estará relajado y siempre estará dispuesto a dar lo máximo por su empresa, incluso su propia vida. Pero es que se supone que no vivimos para trabajar, sino que trabajamos para vivir. Pero claro, esto no es rentable para las empresas, por eso luego éstas cogen sus bártulos y se marchan a otra parte donde los trabajadores tengan menos derechos o no tengan ninguno. Y por eso hay que mimarlas y hacerles desgravaciones fiscales, que es ya el colmo. Y vosotros defendéis todo esto. ¿Por qué? ¿Es que a vosotros, como trabajadores, os gusta que os exploten? ¿O es que queréis ser como ellos?

Insisto en que estáis en vuestro derecho de querer haceros con el sistema para escalar puestos en una empresa y convertiros en mandamases ricachones. Pero, igual que vostros tenéis vuestras aspiraciones, nosotros también tenemos derecho a querer vivir con un sueldo digno para toda la vida y pasar materialmente desapercibidos, porque pensamos que hay cosas en la vida más importantes que el dinero. Así que respetadnos a nosotros como nosotros respetamos vuestra postura, por favor. ¿O es que, en el fondo, somos nosotros a quienes realmente envidiáis?

miércoles, 14 de diciembre de 2011

La importancia del conocimiento en la enseñanza

Por mucho que nuestro oficio haya caído tan bajo, y por mucho que la transmisión de conocimientos se haya visto tan tristemente desplazada frente a la prioridad que han ido adquiriendo aspectos del proceso educativo que, en un principio, poco o nada tienen que ver con las auténticas obligaciones en el cometido del profesorado, y por muy vaciado de contenidos conceptuales que haya quedado el panorama curricular de la Enseñanza Secundaria, siempre habrá algo que enseñar, por poco que sea.

Puede que seamos niñeros, psicólogos, trabajadores sociales y chupatintas antes que lingüistas, matemáticos, biólogos o historiadores, pero es que lingüistas, matemáticos, biólogos e historiadores es lo que nosotros somos, y queremos seguir siendo. Y la vida está hecha de palabras, de números y de seres vivos, además de tener un pasado, un presente y un futuro. Y los adolescentes tienen que conocer todas estas cosas de una u otra manera, lo cual me conduce a pensar que no está todo perdido y que podemos remontar y devolver a los conocimientos, a los saberes científicos y humanísticos, la importancia que merecen y el protagonismo que exigimos que se les otorgue tanto en los planes de estudio como en el funcionamiento de los centros educativos.

Porque es muy triste y muy frustrante que de lo que menos se hable en los institutos sea de los conocimientos, de las disciplinas que imparte cada profesor, y de la manera de impartirlas. Se habla más de reuniones, de tutorías, de rellenar papeles y de hay que ver cómo se ha portado hoy Fulanito en mi clase, que le he tenido que expulsar.

La enseñanza se basa en los conocimientos, porque, si no hay conocimientos que transmitir, no hay enseñanza que llevar a cabo. Es una cuestión semántica y gramatical: enseñar es un verbo transitivo que requiere un complemento directo para completar su significado. Y esto significa que no se puede enseñar sin más o sobre la nada: siempre se enseña algo. Y, aunque sea ese, el rincón de un pronombre indefinido, el lugar al que el saber y la cultura han sido apartados por los demás factores, todos ellos extraescolares y extraacadémicos, por culpa de las nefastas políticas educativas de los distintos gobiernos socialistas del pasado, aún estamos a tiempo de recuperarlo, de rescartar a la cultura y sentir el placer de transmitirla, de explicarla, de hacerla entender y disfrutar tanto como la entendemos y disfrutamos nosotros.

lunes, 12 de diciembre de 2011

En defensa del PER y de los agricultores andaluces

Que un aristócrata salga opinando sobre cuánto gana o debería ganar un jornalero, sobre el PER y sobre si en Andalucía se trabaja más o menos, pues toca bastante las narices, igual que cuando sale Rouco Varela a la palestra sentando cátedra sobre asuntos morales. Que un señor que vive de las rentas se ponga a cuestionar la profesionalidad de los trabajadores del campo, que son los que sufren las condiciones más adversas, los que más se esfuerzan, porque trabajan directamente con las manos, pues indigna bastante, aunque todo el mundo tenga, como tiene, derecho a opinar, incluso un tío que vive del cuento.

Las subvenciones procedentes de la Política de Empleo Rural de la Junta de Andalucía constituyen una partida de ayudas públicas absolutamente necesarias para unos trabajadores cuyo sustento depende de las condiciones meteorológicas. Si hay sequía y el campo no rinde, estos señores se quedan sin nada. Si se produce un temporal y se pierden las cosechas, estos señores se quedan sin nada. Y, en estos casos, ahí está el Estado, como debe ser, para compensar estas pérdidas o carencias a un gremio que no se merece el desprecio de quienes, si tienen que agacharse, no es para hacer surcos en el campo, sino para recoger la bola del hoyo del green para continuar con su partidita de golf.

Sí son criticables los casos de fraude, que los hay, los ha habido y los habrá. Pero lo que hay que hacer con eso es denunciarlo y, a partir de esas denuncias, ir corrigiendo el sistema para reducir al máximo el margen de fraude, de manera que dichas ayudas vayan destinadas a aquellos agricultores que realmente las necesiten. Pero una cosa es denunciar estos casos, y otra muy distinta, poner en cuestión, en términos categóricos, la importancia de este tipo de ayudas a nuestros agricultores, y, encima, tachar a la población activa andaluza de poco emprendedora cebándose, en lo concreto, con el honorable gremio de los agricultores andaluces, a quienes tanto debe, por ejemplo, nuestra industria aceitunera. Y, si, para colmo de los colmos, resulta que las críticas proceden de una persona como el hijo de la duquesa de Alba, que es, además, Conde de Salvatierra, pues el sentimiento de indignación se generaliza y engrandece. Entonces, uno piensa abiertamente y sin ambages: "¿qué coño tiene que decir un conde sobre las condiciones laborales de un jornalero, cuando la aristocracia ha constituido históricamente un impedimento estructural a las mejoras en el nivel de vida del campesinado?" Tiene narices lo que hay que ver o escuchar de vez en cuando.

domingo, 11 de diciembre de 2011

"Merkozy" o el despotismo francoalemán

Ya sabíamos quiénes mandaban en Europa: Merkel y Sarkozy. Ahora también sabemos quién manda en España tras la victoria electoral del PP: Merkel y Sarkozy. A partir de este momento, como decía Rajoy, España se convierte en un protectorado, no de la Unión Europea, sino de Alemania y de Francia, igual que el resto de países de la eurozona. Si, hasta ahora, nos quedaba alguna porción de soberanía en el terreno de nuestra política económica, ya la hemos perdido por completo.

En la última cumbre europea de Bruselas, al Pacto de Estabilidad y Crecimiento se le han otorgado potestades totalitarias para favorecer, más si cabe, a la dictadura financiera de la globalización. La lucha contra el déficit así lo exige, y la necesidad de recuperar la confianza de los inversores así lo impone. De modo que la imposición del límite al endeudamiento se yergue cual guardián de la ortodoxia económica y monetaria para vigilar día y noche la gestión de cada miembro de la UE y, al menor atisbo de desviacionismo en la administración fiscal, ahí va a estar el guardián para denunciar el delito ante las máximas autoridades comunitarias (Tribunal de Justicia, Comisión Europea) y, por supuesto, ante el clan de los Merkozy.

No se sabe qué tipo de sanciones acarrearía el intento de alzar la propia voz ante este estado de excepción impuesto por los déspotas francoalemanes. Lo mejor habría sido unirse a los rebeldes británicos, que siguen empeñados en no ceder ni un ápice de su soberanía económica. Han sido los más listos. Después de todo, esto del mercado lo inventaron ellos, llegando a crear un vasto imperio colonial y a ganar dos guerras mundiales. ¿A estas alturas de la vida van a venir otros a darles a ellos, precisamente a ellos, lecciones de economía liberal?

Nosotros, sin embargo, los que pertenecemos a la Europa de segunda clase (España, Portugal, Italia, Grecia, etc.), nos tenemos que conformar con lo que nos impongan los mucho más eficientes y productivos alemanes y los más sofisticados franceses. Al fin y al cabo, nos está bien empleado por ser tan vagos, tan vividores, tan cálidos y tan simpáticos.No nos vendría nada mal un poco de antipatía funcional para ganarnos las rentables simpatías de los mercados.

sábado, 10 de diciembre de 2011

¡Teleñecos de todo el mundo, uníos!

Las protestas de la Fox sobre la nueva película de los Teleñecos muestran un cierto tufillo de rancio macarthismo norteamericano de los años cincuenta. Afirmar que la historia de un magnate del petróleo que quiere destruir un teatro para seguir acumulando los correspondientes beneficios derivados del oro negro esconde mensajes comunistas para lavar los jóvenes cerebros estadounidenses, constituye una ridícula exageración. Sostienen sus autores, los de las protestas, que la película transmite una mala imagen del paradigma de empresario triunfador, que es, a su vez, el paradigma social del sueño americano: el individuo hecho a sí mismo que, sin ayuda de nadie, sino contando únicamente con sus propias manos y su capacidad de trabajo, ha llegado a conseguir, partiendo de la nada, un nivel de riqueza que le permite, no solo vivir holgadamente, sino, además, seguir acumulando riqueza explotando, claro está, a otros individuos socialmente inferiores a él, a quien nadie ha regalado nada en la vida y ha llegado a la cima por sus propios méritos.

Éste sería el caso del empresario del petróleo que, en la película de los Muppets, resulta escaldado, desprestigiado, demonizado y estigmatizado... ¿ y por qué? Solo por querer ampliar su imperio, su patrimonio, a costa de destruir la sede de un teatro, el teatro de los teleñecos cuyos jóvenes telespectadores querrán, al otro lado de la pantalla televisiva, que siga en pie y que el codicioso magnate se vaya a molestar a otra parte.

Eso, señoras y señores, no es comunismo, porque no se trata ni de lucha de clases, ni de abolición de la propiedad privada, ni de nada remotamente parecido. Y, si así fuera, pues a mucha honra. Porque de lo que se trata es de hacer justicia o de impedir una injusticia, una verdadera atrocidad que solo va a beneficiar a los intereses absolutamente egoístas de un individuo que, teniendo ya todo lo que puede desear, lo único que desea es seguir acumulando riquezas para que sus semejantes se queden en la ruina, que es lo único que le hace feliz a este hombre.

Entendemos perfectamente que los señores de la Fox, con Ruppert Murdoch a la cabeza, se sientan identificados con el personaje del codicioso empresario y, por tanto, amenazados y temerosos de que, algún día, se pueda llegar a descubrir cómo se llega a ser un magnate, en este caso, de las comunicaciones, como es el señor Murdoch: como todo aquel que se beneficia de un monopolio. Es decir, aprovechándose del sistema para pisotear al débil y expoliarle sin piedad hasta que no quede nada de él y el camino hacia la cima del éxito quede lo más despejado posible. Solo de esta manera uno llega a ser alguien en los Estados Unidos de Norteamérica.

Teoría de la prosa artística

La prosa artística consiste en elevar el extrañamiento de la expresión verbal a su máximo grado de representación. Si ya el extrañaniemto consistía en convertir la literatura en algo bello, artístico, la prosa artística, en un nivel estético definitivo, consiste en amalgamar géneros e intenciones expresivas para crear un producto que lo es todo y que no es nada, entendiendo como nada algo así como un retorno a los postulados estéticos del arte por el arte decimonónico.

La prosa artística ya no consiste en contar historias o en expresar ideas y sentimientos, sino en llevar a cabo todo un ejercicio de deconstrucción mediante el cual el autor pretende remontarse a los orígenes del posmodernismo cuestionando la legitimidad de los cánones de las etapas anteriores. El Proyecto Nocilla constituye un vivo y claro ejemplo de lo que pretendo expresar en estas líneas, pues dicho proyecto constituye una amalgama de fragmentos verbales plagados de referencias culturales de prestigio ampliamente reconocido, y son, precisamente, esas referencias las que otorgan al Proyecto Nocilla su prestigio de obra experimental paradigmática de la corriente postpoética acuñada por Fernández Mallo, uno de los grandes precursores españoles de lo que vengo denominando como "prosa artística".

La prosa artística puede definirse como el grado sumo de las vanguardias literarias, y pueden ser considerados como precursores de esta nueva y definitiva corriente todos aquellos autores que, desde la Edad Media, han pretendido hacer algo distinto de los demás en materia de creación literaria. Así, por ejemplo, desde el Arcipreste de Hita con su Libro del buen amor o Rabelais con su Gargantúa, hasta el Ulises de Joyce, pasando por el Tristam Shandy de Lawrence Sterne, sin olvidarnos de casos tan célebres y representativos como la famosa Rayuela, de Julio Cortázar, ejemplo tan evidente del tópico metaliterario del lector in fabula, acuñado por el catedrático Umberto Eco.

Y es que la prosa artística, en el fondo, y también en la forma, consiste en una constante voluntad, por parte del autor, de desafiar a los lectores para que sean ellos mismos quienes se encarguen de reconstruir el puzle mostrándoles, tan solo, algunas de las piezas. Ya no se trata solo de averiguar a qué género literario pertenece una obra, sino de desentrañar el conjunto de sus significados mediante el ensamblaje de todos los elementos, los cuales nos conducirán, seguramente, a la reconstrucción de un mensaje de legitimación o deslegitimación de la tradición cultural precedente.

domingo, 27 de noviembre de 2011

El profesor se reconcilia con su oficio

De una vez por todas, el profesor va a intentar dejar de odiar su trabajo para tomárselo en serio y, a ser posible, empezar a amarlo y a comprometerse con él, por el bien de los alumnos e intentando rendir tributo a la disciplina que imparte.

El profesor va a intentar hacer suya la asignatura personalizando los métodos de enseñanza en la medida de lo posible, con la noble intención de divertirse y hacer divertida y amena la asignatura para sus alumnos. El profesor va a dejar de improvisar y va a empezar a preparar sus clases pensando en los intereses de sus alumnos, para que estos aprendan nuevos conocimientos a partir de materiales que sean de su interés.

Lo mejor de todo es que el profesor sabe que tiene talento para hacer todo esto, y quiere ser generoso y darlo todo para beneficio de sus alumnos, para la dignificación de su profesión y, sobre todo, para satisfacción propia.

El profesor quiere reconciliarse definitivamente con su oficio, porque quiere dejar de vivir amargado y empezar a valorar todo lo que tiene, que es mucho, mucho, muchísimo.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Once razones para seguir luchando

No somos mayoría, pero somos más que antes, bastantes más. Y eso nos da esperanza, la esperanza que necesitamos para seguir lucando por aquello en lo que creemos, por la puesta en práctica del verdadero comunismo: un comunismo democrático como cauce político ideal para llevar a cabo una planificación económica gestionada en el marco de un parlamento con representación de todos los partidos políticos, y gozando de un poder ejecutivo (Jefatura de Estado) que sea de carácter electivo y no hereditario.

No somos mayoría, pero somos más que antes. Y este hecho constituye un primer paso importantísimo para empezar a cambiar las cosas, y lo primero que hay que cambiar es este sistema que ha conducido a la democracia a un evidente estado de degradación moral e institucional que la hace depender de unos mercados cuyos poderes, representados por las agencias de calificación, las grandes empresas y los índices bursátiles, son infinitante mayores, son más influyentes y tienen más repercusiones que las que pueda tener el hecho de cada ciudadano introduzca una papeleta en una urna cada cuatro años.

A partir de ahora, y durante los próximos cuatro años, quienes pensamos así no tendremos mayoría para cambiar las cosas a nuestro antojo, pero sí gozaremos de un nivel de representación suficiente para que, al menos, se nos tenga en cuenta.

viernes, 18 de noviembre de 2011

La apoteosis de la condición humana

La historia del individualismo es la historia de la degradación de una utopía. El individualismo comenzó representando el afán de superación espiritual, intelectual, física y moral del ser humano. Esta actitud humana vino de la mano del renacimiento de los siglos XV y XVI, cuando el hombre estaba empezando a liberarse de las ataduras medievales de la socieldad feudal, en que la estructura del teocentrismo impedía al individuo desarrollarse plenamente.

Ya en pleno Renacimiento, durante el siglo XVI, el cultivo del máximo desarrollo del individuo llega a su apogeo y se pone de moda, en los círculos de la élite cultural, la figura del humanista y del poeta soldado, aquel que domina por igual las armas y las letras. Esta época supone también el final de la filosofía escolástica para iniciar un acercamiento directo y personal a las fuentes clásicas (grecolatinas) de todas las dimensiones del conocimiento. Se pretende imitar a los clásicos, pero partiendo de la propia experiencia directa de las cosas y del razonamiento deductivo derivado de este proceso. Sin embargo, las guerras de religión entorpecieron no poco esta actividad humanística del individuo, dado que la nueva tarea filológica englobaba también los textos bíblicos y, allí donde triunfaron tendencias como el catolicismo y el calvinismo, el proceso se cortó de raíz para volver a los orígenes, o lo que es lo mismo: al acatamiento pasivo del dictamen de las autoridades religiosas sobre cualquier cuestión, especialmente en cuanto a la interpretación de las Sagradas Escrituras.

El siglo XVII constituye una herencia nefasta del siglo anterior, pues supuso una continuación de las guerras iniciadas durante aquellos años. Esto fue causa de que el individualismo entrara en crisis y se produjera un retrotraimiento en ese afán expansivo de todas las potencialidades humanas. Se inició una ola de pesimismo existencial que provocó el regreso masivo a la fe religiosa como consecuencia lógica de la pérdida de seguridad individual y de confianza en las propias posibilidades.

Los filósofos franceses de la Ilustración aportaron su grano de arena en aras de la recuperación de la confianza del ser humano en sus posibilidades de autorrealización personal en el seno de la naturaleza gracias a las teorías racionalistas y al nacimiento del liberalismo como forma de gobierno, la cual pone en cuestión el origen divino de la legitimidad otorgada a las monarquías europeas. Este renacimiento del individualismo, no obstante, ya empieza a arrastrar consigo elementos de carácter materialista debido al auge y expansión del fenómeno revolucionario vinculado al desarrollo de la industria en el ámbito de la producción textil en Inglaterra. Se trata de un individualismo materialista que fue consolidado y prácticamente institucionalizado en la obra de Adam Smith La riqueza de las naciones, en que se describen los mecanismos de funcionamiento del mercado en clave burguesa: mercantilización de la sociedad a través de la relación entre la oferta y la demanda. En este punto se inicia el declive del ideal individualista en toda su pureza, nobleza y afán humanista de superación personal para empezar a convertirse en una esfera más de dominio mercantil.

En el siglo XIX, se produce una reacción al incipiente materialismo capitalista por parte de la ideología marxista, cuyo padre, Karl Marx, pretende recuperar la nobleza ideal del individualismo a través de la defensa del comunismo, una corriente utópica que defiende la propiedad colectiva de los medios de producción y la abolición de la sociedad de clases, entre otras cosas, a partir del intento de que la clase oprimida, el proletariado, adquiera conciencia de sí misma, de la miseria en que vive, para hacerla llegar al autoconvencimiento de su derecho a exigir mejoras en sus condiciones laborales.

El siglo XX es la época de las grandes decepciones en relación con las utopías nacidas en la época renacentista (individualismo humanista) y las más recientes del siglo anterior (socialismo utópico y socialismo científico o marxismo). La Unión Soviética constituye el mejor argumento de los defensores del mercado libre en su defensa del liberalismo económico como el único sistema favoreceder de las libertades individuales. Sin embargo, la globalización ha demostrado y sigue demostrando más bien lo contrario, sobre todo desde que, a partir del siglo XVIII y sancionado por Adam Smith y corroborado por el fenómeno de la primera revolución industrial, el individualismo humano se ha convertido más en un afán de acumulación materialista, basado en la codicia pura y simple, que en una actitud de superación personal a través del cultivo del cuerpo y de la mente basada en el estudio, el amor a la belleza y al conocimiento y la práctica de ejercicio físico, este último también como un método más de superación personal y de logro de metas cada vez más elevadas que contribuyen al incremento del bienestar y de la salud corporal.

La apoteosis de la condición humana se produce, como hemos comentado, a una edad histórica muy temprana (finales de la Edad Media y comienzos del Renacimiento), pero su mantenimiento y desarrollo en el tiempo es más bien escaso, pues muy pronto surge el materialismo capitalista, que causa la degradación del ideal humano de autorrealización personal convirtiéndolo en un simpley ramplón afán de enriquecimiento de carácter exclusivamente materialista, hasta el punto de que el ser humano pasa, de ser considerado por su valía personal y sus conocimientos, a ser tenido en cuenta únicamente por su nivel de renta personal, es decir, por el dinero que gana y por las posesiones que tiene.

La historia del individualismo es la historia misma del ser humano: un proceso que nace con una gran altura de miras, teniendo al hombre como el dueño de la naturaleza y del universo y considerándole capaz de realizarse en el mejor de los sentidos, hasta el punto de la poder redimir a la condición humana del lastre del pecado original y, por tanto, de reconciliarse con Dios poniéndose a su alturta o, incluso, más arriba. Por desgracia, esa inicicial altura de miras se cae bruscamente de bruces ante dos imporantes obstáculos: el primero de ellos, la contrarreforma y las guerras religiosas subsiguientes, y el segundo, más adelante, con la consolidación política y económica del capitalismo y las relaciones mercantiles que condenan a la condición humana y todos sus logros a convertirse en un simple objeto manejado , en contra de su voluntad, por las leyes de la oferta y la demanda.

La insoportable inutilidad del ser

Creo que soy un inútil para todo, excepto para escribir, lo cual no sería tan grave si me dedicara profesionalmente a ello. Resulta especialmente preocupante el hecho de ser un inútil tanto en el trabajo como en la vida cotidiana. No obstante, y como dice el refrán, a pesar de mi inutilidad, debo de ser un gran hombre, porque tengo la enorme fortuna de contar con una gran mujer que me quiere, me apoya y me comprende. Si queda algo de provecho en mí que pueda sacarse a la luz y ser explotado para beneficio de la humanidad, será gracias a ella, y solo a ella, pues solo a ella debo el haber llegado a donde estoy en términos de éxito profesional y personal.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Proporcionalidad inversa entre el crecimiento económico y el nivel de protección social

Es curioso el fenómeno: a partir de ciertos niveles de crecimiento económico, cuanto menos nivel de protección social exista en un Estado, más margen tiene ese Estado para seguir creciendo. Es lo qu sucede en el caso de China, por ejemplo. Lo que convierte a este país oriental en la segunda máxima potencia económica del mundo es, precisamente, su gobierno dictatorial y opresor con la clase trabajadora. Puesto que los obreros chinos no tienen derechos laborales (seguridad social, convenios colectivos a efectos de horarios y salarios mínimos, etc.), los empresarios tiene vía libre para explotarlos y sacarles todo el jugo posible, como a una naranja, hasta dejarlos a los pobres bien sequitos. En estas circunstancias de absoluto desamparo social por parte de los trabajadores, no hay freno alguno para el crecimiento económico del país, que ha llegado a superar, en el año 2006, el 10% del PIB: una auténtica barbaridad, que supone un auténtico chollo para los inversores y sus multinacionales, pero una indecencia para los derechos de los trabajadores. Es incomprensible, teniendo en cuenta esta realidad, que algunos economistas defensores del mercado libre pongan a China como modelo ideal de crecimiento económico, porque, de hecho, el chino constituye el peor ejemplo posible de todos los males posibles que puede acarrear la puesta en práctica del sistema capitalista.


Lo razonable, por tanto, en un país que proteja a sus trabajadores, es crecer, en época de bonanza, a un máximo de un 4% del PIB, en términos aproximados. Se trata de un término medio que, en este caso, puede beneficiar a todos los agentes sociales (empresarios y trabajadores) y a las arcas del Estado. Se trata de un punto de equilibrio que, por una parte, contribuye a la igualdad social y, por otra, evita que surjan monopolios o superpotencias que acaben imponiendo sus criterios a los países o, mejor dicho, a las empresas que sean menos competitivas o más débiles en el mercado global.

Las paradojas del capitalismo implican la necesidad del desarrollo de todas las fuerzas productivas de un país, pero siempre dentro de un marco en el que se garanticen las protecciones sociales mínimas. No se deberían aplaudir, jalear o legitimar modelos de crecimiento económico que no tengan en cuenta los derechos de los trabajadores, por mucho que esto suponga un freno al máximo beneficio empresarial.

¿Escritor profesional o escritor vocacional?

Todos los escritores profesionales lo son, también, por vocación. Pero no todos los escritores por vocación son, además, profesionales de la literatura. Los primeros son metódicos, constantes. Dedican siete o ocho horas al oficio y llegan a escribir una media de treinta páginas diarias. Además, suelen ser autores de novelas, de best sellers, que son el género literario más comercial y cuyos porcentajes de ventas no tienen nada que envidiar a otros productos, como teléfonos móviles, ordenadores o determnada ropa de marca. Y es que sería raro que un autor se ganara la vida escribiendo libros de ensayo o de poesía, géneros más elitistas culturalmente hablando, y que solo consumen unas minorías para las cuales la lectura constituye mucho más que un ejercicio de entretenimiento y evasión, pues este tipo de lectores busca realizarse estética e intelectualmente, aumentar sus conocimientos y ensanchar sus horizontes, expectativas y perspectivas vitales.

Este segundo tipo de escritores es el que denomino, más propiamente hablando, "escritores vocacionales", sin desmerecer un ápice al otro tipo de literatos, cuya labor es igual de digna, si no más, ya que estos últimos tienen la gran virtud de extender la literatura y los hábitos lectores a estratos sociales cuyos miembros, a priori, no se caracterizan, precisamente, por su amor a los libros.

En cuanto al tipo que he denominado como "escritor vocacional", se caracteriza, en primer lugar, por no ser un escritor profesional, ya que solo escribe cuando se halla inspirado. En segundo lugar, el escritor vocacional no pretende ganar dinero, sino alcanzar el reconocimento de los círculos literarios más prestigiosos y, a ser posible, llegar a aportar su pequeño granito de arena a la tradición ya existente del género literario que cultive.

Puesto que no se dedica profesionalmente a la escritura, el escritor vocacional desempeña otra tarea, que es la que le da de comer, y que depende tanto del perfil académico del sujeto en cuestión como de sus intereses profesionales. Si hablamos, por ejemplo, de un ensayista, suele tratarse de un profesor universitario que, en sus ratos libres, o como parte de su labor docente e investigadora, se dedica a escribir tratados, más o menos especializados, sobre los temas sobre los que es un experto. Dentro de este perfil, también se pueden incluir los periodistas, si bien esta profesión no suele ser tan estable y tranquila como la de un profesor universitario. Finalmente, tenemos al poeta, del que con más seguirdad se puede afirmar que escribe cuando está inspirado. Si bien, también en este caso, los poetas suelen ser profesores universitarios o de enseñanza media. Al ser la poesía un género literario que no requiere una dedicación metódica y constante, no es necesario disponer de mucho tiempo libre para ponerse a escribir versos, de modo que cualquier persona puede ser poeta y ser, a la vez, oficinista, comercial, cartero, camarero, basurero, limpiador, etcétera.

Yo, por mi parte, me considero un escritor vocacional, de los de la segunda acepción que he descrito más arriba. Me gano la vida dando clases en la enseñanza media y, por las tardes, me dedico a mis libros, pero, en este caso, más a leerlos que a escribirlos, porque creo que, para escribir bien, hay que leer mejor, y que ser un buen lector es condición indispensable para ser un buen escritor. Y creo que ésta es una característica más del escritor vocacional: prefiere leer mucho y escribir poco para que lo poco que escribe sea hermoso y trascendente, pues, al fin y al cabo, es eso lo que busca: hermosura y trascendencia.

martes, 15 de noviembre de 2011

Oda a la prima de riesgo

Eres la peste negra del siglo veintiuno.
Eres el cáncer de la democracia,
el brazo armado del capitalismo.
Italia, Grecia, España...
... conforman el pastel de deuda soberana
que los ejecutivos se reparten
con unos altos tipos de interés.

Eres el enemigo del bienestar social,
la niñita mimada
de la globalización.
Tú causas el efecto dominó:
Cuando Estados Unidos estornuda,
el mundo se resfría y entra en crisis.

De ti nadie se salva,
ni Silvio Berlusconi,
que no es, precisamente, un comunista.

Las multinacionales se rinden a tus pies,
pues les haces ganar mucho dinero.
Entre amortizaciones y tipos de interés,
los especuladores se cobran su Botín
mientras la clase media se hunde en la miseria.

Tu nombre dice todo sobre ti:
el riesgo de perder soberanía,
el riesgo de quedarnos en la calle,
el resgo de perder nuestros trabajos,
el riesgo de ser pasto
del mercado insaciable...
eso es lo que tú eres: un veneno.

domingo, 13 de noviembre de 2011

La paradoja empresarial

Se trata de una de las muchas contradicciones del capitalismo, las cuales, según Marx, conducirían tarde o temprano, a la destrucción del mismo sistema. Y está claro, muy claro, que el pensador alemán se equivocó en este punto de sus especulaciones teóricas.

Pero el caso es que el mundo empresarial encierra una paradoja que obra en contra del interés de todos los agentes implicados, tanto de los empresarios como de los trabajadores. Se trata de lo siguiente: las empresas, al buscar siempre el máximo beneficio en su actividad productiva, hacen que la situación de los trabajadores esté constantemente en peligro, en términos de estabilidad y poder adquisitivo. Sin embargo, esta actitud redunda en contra de esas mismas intenciones de maximizar la obtención de beneficios, puesto que, si hay que despedir a trabajadores para mejorar la productividad, luego va a haber menos demanda para cubrir los niveles de productividad alcanzados, y de nada sirve producir mucho si luego no se vende nada, con lo cual haber reducido costes laborales para incrementar los beneficios ha provocado el efecto justamente contrario: si se produce mucho y no se vende nada, no hay beneficio que valga.

La clave del éxito empresarial radica en el bienestar de los trabajadores, y esto es algo que los dueños del mercado no entienden. Porque el bienestar implica tener poder adquisitivo, y el poder adquisitivo conduce a los hábitos consumistas, que son la base de todo el tinglado. Si los empresarios se preocuparan más por sus empleados que por los beneficios, otro gallo nos cantaría a todos, y sería un canto muy distinto, mucho más agradable y armonioso para todos los oídos de la sociedad. Porque, si la letra de ese canto tratara del mantenimiento del poder adquisitivo de la clase trabajadora, entonces la sociedad de consumo sería sostenible y no sería causa de desigualdades.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Notas sobre poesía barroca

He llegado a una conclusión: odio las letrillas populares de los poetas barrocos españoles. Me resultan soberanamente aburridas y monótonas, creo que por su excesiva extensión. Un ejemplo, "Dejadme llorar,/ orillas del mar". Creo que esta vertiente imitativa de la poesía del siglo XVII constituye un lastre dentro del panorama lírico del periodo. Yo, desde luego, me quedo con las versiones originales, las que se remontan a los primeros balbuceos expresivos de la Edad Media, y que comparten protagonismo con las jarchas mozárabes y las cantigas galaicoportuguesas. Me quedo con la espontánea brevedad de perlas como ésta:

Miraba la mar
la malcasada,
que miraba la mar
cómo es ancha y larga....

o ésta:

Al alba venid, buen amigo,
al alba venid.
Amigo el que yo más quería,
venid a la luz del día....

Lo original es siempre lo mejor, y, en este caso, ni siquiera igualado, mucho menos superado, por figuras tan brillantes como Lope, Góngora o Quevedo, los tres grandes autores barrocos de nuestras letras españolas.

Siguiendo con Lope, creo que, de toda su producción lírica, me quedo con ese pasaje de La Dorotea que empieza con esos versos tan famosos: "A mis soledades voy,/ de mis soledades vengo,/ porque, para andar conmigo,/ me bastan mis pensamientos." Toda la vertiente senequista de la época se encuentra expresada a la perfección en este hermoso romance, el cual contiene, en las palabras que lo articulan, encerradas las grandes verdades de aquella época de crisis política, económica y social en la que muchos optaron por refugiarse en los aspectos más sencillos de la realidad frente a los excesos de los monarcas, artífices de la bancarrota nacional y de las guerras de religión.

Creo que este poema iguala en calidad a algunos de sus sonetos más conocidos, como "¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?" o "Soneto de repente"( "Un soneto me manda hacer Violante..."). En realidad, tratándose de un genio como Lope, siempre hay dónde elegir, y, siempre, de lo mejor de nuestra poesía.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Liberalismo moral y liberalismo económico: la izquierda y la derecha

La derecha sigue siendo liberal en economía e intervencionista en cuestiones morales, y la izquierda es justo lo contrario: intervencionista en economía y liberal en el ámbito de las conciencias individuales. Yo creo que la verdadera libertad, la que realmente dignifica a la persona, emana del liberalismo moral, y no del liberalismo económico. El liberalismo económico degrada al individuo, lo esclaviza, cosifica y mercantiliza, mientras que el liberalismo moral lo enriquece y le permite ensanchar sus horizontes vitales, humanos e intelectuales.

La gran hipocresía de la derecha sigue siendo la misma. Sólo son liberales para lo que les conviene, que es mantener sus privilegios económicos, empresariales, financieros y mercantiles. Cuando se trata de juzgar comportamientos, gustos y actitudes ajenas, ahí está la derecha para imponer su criterio sin dar lugar a alternativas. Y, entonces, el aborto se convierte en un asesinato, en lugar de ser visto como lo que realmente es: la consecuencia del libre ejercicio de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo; y la eutanasia se convierte en un asesinato, en lugar de ser vista como lo que realmente es: el derecho de las personas a elegir cómo, cuándo y dónde quieren morir; y el matrimonio homosexual se convierte en el cáncer del modelo tradicional de la familia por no querer reconocer lo que realmente es: el reconocimiento de la verdadera igualdad social y e individual en todos sus niveles de manifestación.

Cuando la derecha sea tan permisiva y estimulante con el mercado como con el derecho de la mujer a decidir libremente sobre su cuerpo, entonces empezaré a tomármela en serio.

domingo, 6 de noviembre de 2011

José Blanco, campeón

Campeón de la hipocresía, del cinismo y de la demagogia. Cuando el mal llamado "socialismo español" parecía que no podía caer más bajo, llega Pepiño y se apunta un tanto más en el hundimiento ético y moral del PSOE.

La Operación Campeón nos trae a la memoria el recuerdo de los casos más vergonzosos de la corrupción del gobierno felipista de los años ochenta, si bien, en comparación con el grado de escándalo que provocaron los casos precedentes (fondos reservados, financiación ilegal de partidos, terrorismo de Estado), un simple soborno a cambio de determinado tipo de concesiones políticas no parece sino cosa de poca importancia, pecatta minuta, que dirían los clásicos. En este caso, el simple soborno asciende a la cifra de 400000 euros, con los que una empresa farmacéutica ha pretendido agilizar una serie de gestiones relacionadas con el Ministerio de Sanidad.

Evidentemente, la Justicia está en trámites de pronunciarse al respecto, pero el señor Blanco debería aplicarse el cuento: al mínimo indicio de vinculación de un cargo político con un caso de corrupción, cualquiera que sea ese caso y cualquiera que sea el grado de dicho vínculo, presentar la dimisión. Aunque luego sea declarado inocente, como ha sucedido con Luis Bárcenas. Si al ex-tesorero del PP le obligaron a hacerlo, ¿por qué la cosa tendría que ser distinta con José Blanco? En todo caso, de resultar inocente, que fuera readmitido en el cargo. Claro que, si el PSOE no gana las próximas elecciones, como todo parece anunciar, habrá perdido ese cargo para siempre, o, al menos, hasta dentro de cuatro años.

El cisma económico

¿En qué momento de la Historia el Mercado se desligó del Estado para imponerse a él? Es más: ¿alguna vez el Estado mandó sobre el Mercado? Yo creo que sí, ¿no? Pienso que el Estado proporcionó al Mercado un marco legal en el que desarrollarse (liberalismo), y hubo un momento en que el Mercado ya estaba lo suficientemente maduro para echar a volar solito por la vida, como un hijo que se independiza de la tutela de sus padres. Entonces, el Mercado empezó a comportarse como un hijo desagradecido sometiendo a su padre, el Estado, a toda clase de caprichos y arbitrariedades totalmente desproporcionados exigiéndole siempre más de lo que el Estado le podía dar. Se acostumbró a tratarlo a base de chantajes y amenazas sólo con el intento de obtener el máximo beneficio en todas las situaciones imaginables. Y el Estado, evidentemente, tuvo que reaccionar para defenderse. Y recurrió al ojo por ojo, y decidió que utilizaría el mismo método de coacción dotándose de una serie de mecanismos legales (medidas intervencionistas, impuestos, aranceles, favoritismos sindicales, etc.). Pero el Mercado tenía todas las de ganar, porque el sistema mismo le favorecía, y decidió asestar la puñalada a su padre: se largó del país y se llevó todo lo que papá Estado le había proporcionado para salir adelante, y los dejó a todos en la pobreza. Finalmente, el Mercado fue acogido por unos padres adoptivos de los que esperaba sacar el mismo beneficio. Si estos nuevos padres se oponían a sus intenciones, ya sabían lo que les esperaba... ¿o no? ¿Conocerían los nuevos Estados los peligros de acoger al Mercado en sus entrañas?

domingo, 30 de octubre de 2011

Rafael Correa, en la cumbre de la soberanía

El gesto que tuvo ayer Rafael Correa durante la celebración de la XXI Cumbre Latinoamericana tiene más trascendencia simbólica de la que parece. El Presidente de Ecuador decidió retirarse de la reunión cuando tomó la palabra Pamela Cox, la representante del Banco Mundial, para mostrar su desacuerdo con la institución financiera recordando, además, que dicha institución había hecho chantaje a Ecuador cuando Correa era Ministro de Economía para tratar de interferir en sus políticas sociales, que no estaban yendo por los derroteros del neoliberalismo.

Rafael Correa es un héroe de la resistencia anticapitalista, y de él deberían tomar ejemplo muchos gobernantes. Para empezar, todos los presidentes de la Unión Europea, o, por lo menos, los más perjudicados por la crisis económica. Me viene a la mente, cómo no, el caso de Grecia, cuyo Estado está siendo vapuleado y saqueado por los mandatos del FMI con la complicidad de Francia y de Alemania. Pues el Presidente de Grecia, Papandreu, debería hacer como hizo ayer Correa en la Cumbre Iberoamericana: debería dar un golpe de indignación sobre la mesa, decir "hasta aquí hemos llegado" y marcharse, en este caso, no de dicha Cumbre, sino de la Unión Europea, y volver a su moneda, y recuperar el control sobre su economía y su política, y proteger su Estado y los servicios básicos de sus ciudadanos.

Lo que hizo ayer Rafael Correa fue indignarse, decir basta ya de tanto sometimiento a los mismos de siempre, a los banqueros y a los empresarios. Basta ya de que gobiernen los mercados. Los ciudadanos de Ecuador no votaron a Pamela Cox (representante del Banco Mundial en América Latina y el Caribe), sino a Rafael Correa (Presidente de la República de Ecuador). Y Rafael Correa lo que hizo ayer con su gesto fue defender su soberanía, reclamar su derecho a gobernar su país sin la injerencia de los intereses capitalistas. Bravo por Correa. A ver si los demás siguen su ejemplo.

miércoles, 26 de octubre de 2011

La saturada república del cine español

La versión cinematográfica de La voz dormida es el último ejemplo del estado de saturación, hartazgo y monotonía de este género cinematográfico que se dedica a recrear en la pantalla la corta vida de la Segunda República. No digo yo que este tipo de producciones no sean de calidad. De hecho, las últimas que yo he visto, Los girasoles ciegos y Las trece rosas, resultan conmovedoras, emocionantes y están muy bien interpretadas. Pero tanta película sobre el mismo tema ya empieza a aburrir un poco. No necesitamos más propaganda antifranquista y republicana. Pensándolo mejor, la propaganda antifranquista, en realidad, siempre es bienvenida, porque el franquismo ha sido el cáncer más dañino de la España más reciente. Sin embargo, la cuestión republicana es muy discutible, y hay mucha gente que está a favor de ella, pero también hay gente que está en contra, por la razón que sea: por defender a la monarquía, el capitalismo o el patriotismo. Y es este tipo de personas, de público, el que puede estar cansado ya de tanta película sobre el mismo asunto, teniendo en cuenta, además, que las bondades de la Segunda República tuvieron más de deseos que de realidades.

Por esta razón, opino que la industria del cine español debería empezar a diversificarse un poco, especialmente en las producciones en que se recrea una época del pasado de nuestro país. La Historia de España es lo suficientemente extensa, rica y compleja como para poder elegir: desde las guerras púnicas hasta los comuneros de Castilla, pasando por las Cortes de Cádiz de 1812 o la época de Fernando VII. Y qué decir de la Primera República, de la que nadie habla, y cuyo penúltimo Presidente, Nicolás Salmerón, dejó el poder por negarse a firmar una sentencia de muerte. Motivos como éste también merecerían recibir algún homenaje cinematográfico.

De todas las épocas de nuestra Historia tenemos los españoles mucho que aprender y otro tanto que recordar, especialmente en los tiempos que corren. Y es que, últimamente, parece que la Histora de España empieza con la Segunda República, cuando es evidente que no es así, y tanto se equivoca quien piense así como quien pretenda parecer que así lo parezca.

martes, 25 de octubre de 2011

Orígenes de la simbología cristiana medieval

El cielo, arriba y el infierno, abajo. ¿Dónde está escrito que esto sea así, en caso de existir estas dos esferas de la metafísica? Yo creo que el primero que lo concibió de esa manera fue Dante en su Divina Comedia, en la cual establecía que el Paraíso está encima del Infierno, y el Purgatorio, a mitad de camino entre los dos. Este simbolismo fue refrendado por el poder feudal de la Iglesia, a la que le venía muy bien promover esta idea de jerarquía del más allá para imponerla en el mundo sensible y favorecerse de ello.

Se puede afirmar, por tanto, que la obra de Dante es un reflejo de la sociedad feudal en clave alegórica, la cual persiste hasta nuestros días en el inconsciente colectivo, y esto se da en gestos tan cotidianos como mirar al cielo cuando se desea que suceda un milagro.

Sin embargo, la realidad es que todo esto no es más que un símbolo de algo que ni siquiera sabemos si existe. Pero hay una diferencia entre Dante y el feudalismo, porque una cosa es la expresión artística, y otra, muy distinta, el aprovechamiento de esa estructura del símbolo para imponerla como modelo social.

Rayuela o el canto a la bohemia posmoderna

Rayuela es el juego literario del que se sirve Cortázar para trazar una estampa de la bohemia urbana del siglo XX y que se desarrolla en la ciudad más apropiada para estos fines: París. Es una continuación de la fiesta de Hemingway en clave más actual, con las referencias correspondientes en todos los terrenos mencionados: arte, literatura y música, con especialísima atención al mundo del jazz, que en la novela del argentino es descrito como una suerte de psicodelia provocada por el humo y el alcohol en cuyas nebulosas se recrean esos pensadores que fuman y beben mientras que divagan sobre el destino de la vida, cuya trayectoria incierta se parece a las volutas del humo que sale del cigarro.

Con Oliveira como maestro y la Maga en calidad de aprendiz, Rayuela se conforma como un universo descriptivo en que la gramática queda vuelta del revés con la intención de adjetivar todas las realidades de todas las formas posibles: los nexos gramaticales, tanto preposiciones como conjunciones, son eliminados,en la mayoría de los casos, para hacer más evidente, más cercana, inmediata e intensa la relación entre el sustantivo y el adjetivo o el complemento. Y esto no hace otra cosa que evidenciar y enfatizar, en el plano lingüístico, la atmósfera de bohemia de la cual la narración está invadida. Es una bohemia que está presente en todo: en el desorden estético y en el desorden vital de unos personajes que conceden más importancia al contenido que a la apariencia de las cosas. De esta actitud procede esa despreocupación que sería motivo de vergüenza y deshonra a los ojos de la conciencia burguesa, esa manera de pensar que tiene en la utilidad y el benefico material más inmediatos su única razón de ser.

La bohemia posmoderna de Cortázar se nutre de elementos de su misma naturaleza, como Joyce, Eliot, que son el flujo de conciencia y la decadencia de occidente, que también son Oswald Spengler y Samuel Huntington. La naturaleza posmoderna es el fin de las ideologías, o bien, la mezcla de todas ellas y su desmitificación. Y la mezcla es caos, amalgama y cercanía, una cercanía con el pueblo a través de los medios de comunicación de masas, lo cual, en realidad, constituye un avance, en lugar de un retroceso, como opinan algunos. Y Rayuela se hace eco de todo esto en la figura de Julio Cortázar, que es el padre del neologismo latinoamericano, que es otra forma de bohemia, de ruptura de dogmas, en este caso, de naturaleza expresiva.

Rayuela es un juego, como la vida misma, tan arbitrarios ambos: el juego y la vida, sometidos al capricho de la suerte o el destino, o la providencia atea o religiosa. La vida es un juego en el que participan Oliveira y la Maga con la esperanza de tener buena suerte para controlar al destino,y esto, a su vez, para que la providencia les sea favorable. Y el camino elegido para conseguirlo es el conocimiento. Y en eso consiste Rayuela: en un ejercicio lúdico y artístico de conocimiento.

lunes, 24 de octubre de 2011

La gran novela de Carlos Fuentes

Es la novela que contiene todas las novelas, una labor de contención, aglutinamiento y exposición aderezada y canalizada mediante una prosa ensayística que se despliega de todas las maneras posibles y provocando en el lector todas sensaciones posibles: amena, ágil, entretenida, didáctica, enriquecedora y trascendente, unas veces; enrevesada, confusa, repetitiva, en otras ocasiones. En cualquier caso, Carlos Fuentes es un hombre sabio y culto, y lo demuestra en cada página.

Esta obra contiene una lección de conocimientos sobre la narrativa hispanoamericana a lo largo de la historia a cuya tradición Fuentes tiene conciencia de pertenecer, de ser una insitutción, una figura de referencia. Y, como tal, se maneja como pez en el agua por ese universo cultural al que pertence, un mundo lleno de matices, de variedades, de estilos, de visiones del mundo, de nombres que han jalonado el proceso de configuración de la literatura hispanoamericana como una seña de identidad propia, el logro de la articulación de un espacio propio en el que pueden declararse, con todo su orgullo indígena, mestizo y criollo, como una nueva civilización, un nuevo mundo que está a la altura del viejo, y que no tiene nada que envidiarle, porque tiene sus propios recursos, su propio talento, su propia Historia política, literaria, artística, folclórica... aspectos todos ellos que alcanzan las cumbres de la originalidad con el realismo mágico y el fenómeno del boom.

Carlos Fuentes da buena cuenta de una inmensa labor que es propia y es ajena, tanto lo uno como lo otro. Y, en el ejercicio de tan ingente labor, se permite introducir algunos guiños de complicidad con el lector al hablarle de algunas anécdotas personales con la intención de acercarle más aún lo que le está enseñando, ese enorme abanico de manifestaciones literarias en general y narrativas en particular.

sábado, 22 de octubre de 2011

El gobierno de los mercados o el gobierno de los ciudadanos

No se trata de vivir por encima de las posibilidades de uno, sino de que exista la posibilidad de vivir dignamente, y llevarla a cabo. Eso es lo que no quieren entender los gobiernos conservadores, o el de Ángela Merkel en este caso. Insiste la canciller alemana en que los países miembros de la UE deben seguir esforzándose por reducir el déficit público para recuperar la confianza de los mercados. Y es en este punto donde yo, como ciudadano, me cabreo, me indigno, porque siguen sin entenderlo o sin querer entenderlo. No entienden que los ciudadanos no votamos a los mercados, sino a los gobernantes. No quieren entender que los votamos a ellos para que nos gobiernen ellos, y para que sean ellos los que sometan a los mercados al interés ciudadano, que es cómo debe ser, y no al revés.

Claro que los gobiernos conservadores es lo que tienen: se dedican a favorecer los intereses del mercado, porque esos intereses son también los suyos, y estos no consisten, precisamente, en servir al bienestar de los ciudadanos, sino de servirse de los ciudadanos para mejorar su propio bienestar individual.

Definitivamente, el mundo está al revés. No son los gobiernos los que deberían buscar la confianza de los mercados, sino que deberían ser los mercados los que buscaran la confianza de los gobiernos, representados en las figuras del Estado y de los ciudadanos, para adaptarse a las necesidades de aquellos y serles de utilidad. Si los mercados buscaran la utilidad social y no la meramente mercantil, serían nuestros aliados, y no nuestros enemigos.

viernes, 21 de octubre de 2011

Keynesianismo ferroviario

La figura de Keynes ha vuelto a inspirar a los gobernantes europeos para llevar a cabo soluciones económicas en estos tiempos de crisis. Ha sido aprobado el Core Network o Corredor Mediterráneo, un vastísimo plan de infraestructura transportística destinado a dotar a toda la franja europea del Mediterráneo de una red ferroviaria que mantenga conectados a los 83 puertos marítimos más importantes de la eurozona en esa franja costera.

Evidentemente, España es la gran beneficiada, junto con Francia, de este gran impulso a la economía y a la creación de empleo. Y es que las elevadas pretensiones de este proyecto van a suponer la creación de una considerable cifra de puestos de trabajo durante los próximos nueve años, dado que está previsto que las obras concluyan en el año 2020.

Eso sí es inversión responsable, útil y cívica. Ésta es la manera de crear puestos de trabajo. Habrá que comprobar cómo se desarrolla la iniciativa y cuáles son las condiciones laborales que se ofrecerán a los posibles aspirantes a desempeñar estas tareas, según qué empresas vayan a hacerse cargo de este magno proyecto. También habrá que ver cómo se ponen de acuerdo los países de la UE implicados en aquél para ponerlo en práctica. A todos nos gustaría creer que, si se trata de un proyecto de largo plazo, como parece que va a ser, todas aquellas personas que vayan a ser contratadas para participar disfrutarán de un puesto de trabajo, al menos, durante los próximos nueve años, que es el tiempo que van a durar las labores necesarias de construcción de los ferrocarriles. Todos queremos creer, por tanto, que este nuevo ejercicio de keynesianismo, siempre bienvenido por la intrínseca sensatez que caracteriza a esta forma de gestionar la economía, va a contribuir a reactivar nuestra economía debido los puestos de trabajo que se van a generar gracias a ella.

Keynes ha vuelto, y esperemos que no nos abandone munca más. Bastante daño hicieron Reagan y Thatcher quitándoles el pan de la boca a las clases medias y bajas para dárselo a los ricos, al ejército y a la industria armamentística. Parece que el pan va a volver para alimentar a las bocas que más lo necesitan.

miércoles, 12 de octubre de 2011

François Villon

Las baladas de François Villon anuncian, ya en el siglo XV, toda la veta satírica de Quevedo (siglo XVII), las vanguardias del siglo XX, el realismo sucio de Buckowsky y la estética beat de Kerouac y, sobre todo, de Allen Ginsberg.

Francçois Villon versifica sin tapujos, quizá porque la musa se le muestra de esa misma forma, sin idealidades, sin estilizaciones petrarquistas adornadas de cursilerías neoplatónicas ni motivos procedentes del amor cortés. El poeta francés experimenta el sexo sin amor, el sexo salvaje, y lo describe en sus poemas tal cual, sin el envoltorio de la tradición, salvando, quizá, el precedente del Catulo más desinhibido.

Villon sienta las raíces de la naturalidad más humanamente realista en la poesía, y en plena Edad Media. Ello tiene el mérito de lograr abrir una brecha de aire fresco que sigue oreando los vestigios más actuales de ese tipo de poesía que nació en la pluma de Villon. Y si no se lo creen, que se lo pregunten a Karmelo Iribarren, a Elena Medel o a Ana Rosetti.

domingo, 9 de octubre de 2011

Cuba es la excepción

Cuba es la excepción, el único punto del programa electoral de Izquierda Unida con el que estoy en desacuerdo. Todas las demás propuestas de dicho programa son las mismas que yo sugeriría llevar a cabo para solucionar todos los problemas económicos y sociales que actualmente nos amenazan, afectan y perjudican. Se trata de recuperar el estado de bienestar y la capacidad de decisión del ciudadanos sobre los asuntos que le afectan, que, en política, son todos. Pero no sólo se trata de recuperar dicho estado, sino, además, de hacerlo en condiciones: devolviéndole al Estado la gestión de todos los sectores estratégicos que están, actualmente, en manos de la empresa privada (electicidad, telefonía, navegación aérea y transportes, en general). Y esto no es otra cosa que devolverle al estado de bienestar lo que es suyo, o sea, lo que es de los ciudadanos, que son los que pagan impuestos por el sueldo que obtienen de su trabajo, a diferencia de los especuladores, que se forran sin mover un dedo, esos mismos ciudadanos, que también son, somos, los que votamos y elegimos a nuestros gobernantes para que gobiernen por y para nosotros, y no para esos especuladores que viven del cuento.

Pero Cuba, insisto, es la excepción. Cuba es la gran asignatura pendiente del nuevo comunismo. Es uno de los últimos restos del "socialismo real", ese inmenso lastre histórico que está impidiendo a los comunistas empezar desde cero y quitarse de encima el peso simbólico de figuras como la de Stalin. El problema, sin embargo, está en que muchos comunistas no quieren librarse de esa influencia, porque se siguen identificando con ella. Y realmente no se sabe si esto les sucede por orgullo, por ignorancia o por pura y simple maldad. Creo que es evidente que, sabiendo lo que se sabe a estas alturas de la Historia, nadie puede seguir defendiendo el modelo soviético y sus allegados sin incurrir en la más absoluta deshonestidad intelectual. Y, aun así, eso es lo que siguen defendiendo muchos comunistas, lo cual ha llevado a Izquierda Unida a incluir en su programa electoral para el 20-N la supresión de la Posición Común de la UE respecto a Cuba.

Como ya sabemos, la llamada "posición común" consiste en condicionar las relaciones diplomáticas entre los países de la Unión Europea y el gobierno de Cuba al hecho de que los mandatarios caribeños lleven a cabo políticas favorables a las libertades democráticas básicas, como la de expresión, reunión y asociación, las cuales, como también sabemos, llevan brillando por su ausencia en el gobierno de la isla casi desde que Fidel Castro llegara al poder. Esta postura, a mí, personalmente, no me parece en absoluto descabellada. Todo lo contrario: la encuentro muy razonable, incluso necesaria. Y por eso no estoy de acuerdo con la postura oficial de Izquierda Unida sobre esta cuestión.

Mienstras Cuba siga siendo una dictadura, Cuba seguirá siendo un enemigo de la democracia, y todo aquél que se considere verdaderamente demócrata deberá ver al gobierno cubano como un enemigo. Todo lo que no sea esto, no será otra cosa que manifestar dobleces e hipocresías. Y, en esta cuesión, Izquierda Unida se sigue mostrando de esa manera: doble e hipócrita. Es una verdadera lástima, pero qué le vamos a hacer. Nadie es perfecto.

miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Yankies go home o yankies come home?

La base militar de Rota va camino de convertirse en la Gibraltar de los yanquies, pues cada vez tiene más presencia de autoridades norrteamericanas. Esta vez, gracias a la próxima instalación de un sistema de defensa antimisiles por parte de la OTAN. Y es que no estamos precisamente en condiciones de negarnos a recibir limosnas, pues, admitámoslo, este aumento de efectivos en la base gaditana va a traer inversiones y más puestos de trabajo. Y eso es precisamente lo que nos hace falta en la misma fecha en que los índices de desempleo han aumentado en casi cien mil parados más en toda España.

Si tenemos que perder soberanía y permitir que el tío Sam nos sigan bajando los pantalones, pues no habrá más remedio que hacerlo. Eso es mejor que no tener ni unos miserables pantalones con los que vestirnos todos los días.

La alternativa, audaz y quijotesca, consistiría en no ceder, en rebelarnos para defender nuestros principios, nuestro orgullo de país soberano que se niega a seguir siendo un títere más de los hijos de Washington. A precio de rayar en la indigencia, eso sí.

El dilema está servido... en el terreno de la especulación, y para quienes no nos conformamos, claro, puesto que, en la práctica, los acuerdos entre Zapatero, Rasmussen (Secretario General de la OTAN) y Panetta (Secretario de Defensa de EEUU) para el refuerzo militar de la base de Rota ya están firmados y el incremento de estos recursos es ya un hecho. Consideremos la parte positiva de la cuestión: se van a crear 1100 puestos de trabajo, que es el número de militares que se van a incorporar a Rota con la misión de desempeñar esta nueva función defensiva de la organicación atlántica.

Resignémonos y alegrémonos a la vez, pues, en época de vacas flacas, importa más el pan de cada día que los principios ideológicos. Como dijo el clásico, primum, vivere; deinde, philosophare.

lunes, 3 de octubre de 2011

Izquierda Unida y las SICAVs

Pretende Izquierda Unida llevar a cabo una reforma de las Sociedades de Inversión de Capital Variable que se articula en dos aspectos, dentro de su programa electoral: el primero de ellos consiste en subir el tipo impositivo del 1% actual a un 5%. El segundo de los cambios consitirá en democratizar la estructura y el funcionamiento de estas instituciones financieras imponiendo el tope máximo de un 2% del capital para cada accionista, de manera que los beneficios de cada inversión se repartan de forma equitativa, además de que así cada accionista tendrá el mismo poder de decisión que los demás socios sobre el capital invertido.

Encuentro enormemente blandas ambas propuestas, si bien la primera, más que la segunda. En mi opinión, para empezar, las rentas del capital no deberían existir, pues son la base de la especulación que ha causado las peores recesiones de la historia del capitalismo, desde el crack del 29 hasta la crisis actual, pasando por la otra crisis, llamada "del petróleo", acaecida en 1973 y provocada por los países miembros de la OPEP. Keynes definió el funcionamiento de los mercados como un continuo vaivén cíclico de expansiones y contracciones. Cuando se producen las primeras, en tiempos de prosperidad económica, se supone que no hay problemas, o los hay en menor medida, porque hay consumo, pleno empleo e inversiones. Sin embargo, en épocas de recesión, como la actual, lo único que hay es escasez, lo cual paraliza la actividad económica, y se produce un efecto dominó desastroso cuyas consecuencias afectan mayormente a la clase media, que es la clase social que tributa por las rentas del trabajo, y que paga los platos rotos por los que tributan por las rentas del capital, que son los que provocan todas las crisis, o la mayoría de ellas, con sus tareas especulativas. Y es por esta razón que creo que, si los ciclos de recesión económica constituyen un elemento estructural de la economía de mercado, que es la nuestra, ya que no va a llegar la revolución proletaria para cambiar las cosas, al menos deberíamos tomar algunas medidas, entre las cuales yo propongo la supresión total de las rentas del capital. Si se acaba con la especulación, los ciclos de recesión que vengan a partir de ahora no serán tan perjudiciales y destructivos, entre otras razones, porque estarán causados por razones más empíricas, por cuestiones relacionadas con la producción de bienes y servicios tangibles, y con la oferta y demanda de tales productos. Y, al ser la raíz del problema más visible, también serán más visibles las posibles soluciones.

En segundo lugar, me parece muy generoso por parte de un partido político que se define anticapitlista el hecho de porponer un porcentaje tan bajo de tributación para las sociedades de inversión. Yo propongo una alternativa, consistente en calcular el Producto Interior Bruto que representen estas sociedades en concepto de beneficios obtenidos y dividir dicha cifra por la mitad, y que esa mitad resultante sea el porcentaje al que debe tributar dicha sociedad capitalista. Si, por ejemplo, la empresa X obtiene al año unos beneficios que representan un 20% del PIB, en tal caso, dicha empresa deberá tributar a un 10%. De tal manera, la ley resultaría equitativa: la mitad de los beneficios se la llevan sus inversores, y la otra mitad se la queda el Estado.

De todas maneras, también incluye Izquierda Unida la medida de poner un tope a los salarios de los grandes ejecutivos de las multinacionales, lo cual compensa, de alguna manera, la suavidad del tratamiento que pretenden dar a las SICAVs. Aunque todo esto suena demasiado utópico, pues, entre otras cosas, da por sentado que los ciudadanos seguimos controlando nuestras vidas ejerciendo nuestro derecho al voto cada cuatro años, y esto hace mucho tiempo que dejó de funcionar así, si es que alguna vez fue así: cuando los ciudadanos y sus representantes políticos estaban por encima del poder de los mercados y de las empresas.

domingo, 2 de octubre de 2011

Jean Pierre- Bodel, la nueva estrella del Senado francés

Bodel se estrena como Presidente del Senado francés en representación del Partido Socialista por primera vez desde que, en 1958, se fundó la V República. Es una gran oportunidad de la izquierda para, en la medida de lo posible, tratar de bloquear las medidas conservadoras que salgan de la Asamblea Nacional a través de la mayoría parlamentaria de la UMP de Sarkozy. Una de las cuales, de hecho, la primera de ellas, va a ser el veto a la propuesta de llevar a cabo una reforma constitucional para limitar el gasto público, exactamente lo mismo que se ha hecho en Alemania y en España.

No es poca cosa este importantísimo triunfo electoral de la izquierda francesa. De hecho, es lo mejo0r que le ha sucedido al socialismo francés desde la debacle sufrida por la candidatura de Segolene Royal en 2007 frente a Sarkozy. Se puede llegar a la conclusión, por tanto, de que la izquierda francesa está remontando posiciones, hasta el punto de que se están encarando con optimismo las elecciones presidenciales de 2012. Aunque, de momento, insistimos, no es poca cosa el hecho de poder vetar o, al menos, dificultar, todas las medidas neoliberales que se saque Sarkozy de la chistera para contentar a los mercados financieros, como este intento de reforma constitucional de sesgo antisocial.

Gracias a los votos de los verdes y de los comunistas, los socialistas han recuperado el control de una de las instituciones democráticas más importantes del Estado francés, lo cual conlleva el hecho de que las políticas progresistas y sociales van a contar con una importantísima plataforma de promoción institucional, de manera que, a partir de ahora, la voz del pueblo va a contar un poco más en el seno de la política francesa, aunque la preponderancia vaya a seguir siendo asunto exclusivo de las clases más pudientes y de los mercados que las favorecen.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Bendito Daniel

Mayo del 68 no ha muerto, señor Sarkozy. Al contrario, está más vivo que nunca. Resuena en las protesas de los indignados del 15-m y en las críticas de algunos políticos honrados, de esos de los que pocos quedan, como es el caso de Daniel Cohn Bendit, quien, a diferencia de la mayoría de sus homólogos, emplea su escaño del Parlamento europeo para algo más que cobrar el sueldo y la pensión vitalicia correspondiente.

Daniel Cohn Bendit, es uno de esos pensadores que van por la vida con la verdad por delante y con la conciencia tranquila, porque se dedican a denunciar cada injusticia con la que se van topando allá por donde pasan. Y casi todas estas injusticias están relacionadas con la crisis económica provocada por los mercados financieros. Y uno de los casos de injusticia más graves es el de Grecia, y Cohn Bendit no se calla y dice lo que piensa, que para eso tiene su escaño en el Parlamento europeo como representante de Los Verdes. Y el bendito Daniel no se corta un pelo a la hora de señalar a los culpables de todo esto, que son los dueños, o los cómplices de los dueños del tinglado mercantil y fianciero (Francia, Alemania, etc.), y que son los mismos que negocian sus endeudamientos a intereses del 1%, mientras que ellos mismos exigen a los países más pobres el doble o el triple de intereses, y el poco dinero que les dan o que les prestan no es para financiar el bienestar de esos países ni de sus ciudadanos, sino para que les compren armas y tanques y helicópteros.

La indignación del señor Daniel es muy comprensible, porque es la indignación de todos nosotros. Es la indignación ante el ejercicio más descarado de la hipocresía más vergonzosa e inmoral, fruto de la codicia y de la ley del más fuerte. La Unión Europea es una farsa, igual que la ONU es una farsa. Ambos son inventos del sistema capitalista para favorecer a los intereses capitalistas, que son los mismos intereses de los países que ganaron la segunda guerra mundial.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Dinamarca, Alemania y Francia: la izquierda recupera posiciones

En Dinamarca, con el Bloque Rojo; en Alemania, los socialdemócratas del SPD han ganado las elecciones en Berlín, y el Senado francés ha sido conquistado por los socialistas de Hollande. ¿Será todo esto un indicio de cómo podrían ser los resultados electorales de España el próximo 20 de noviembre? Por desgracia, en nuestro país la situación es inversa, puesto que aquí ya gobiernan los socialistas, o lo que queda de ellos y de la ideología que la crisis financiera mundial les ha obligado a traicionar de manera tan miserable.

En cualquier caso, por el bien de la izquierda, de la socialdemocracia y del Estado de bienestar, nos conviene, sobre todo, que en Dinamarca, a partir de ahora, el Bloque Rojo gobierne con seguridad y firmeza de criterio para manterner el sistema de protección social que tan particular como positivamente ha caracterizado a los países nórdicos desde que terminó la Segunda Guerra Mundial. En Alemania, la señora Merkel, si bien poco a poco va perdiendo cotas de poder, todavía tiene mucho tiempo para seguir adulando a los mercados y expoliando a las economías más débiles de Europa, como es el caso de Grecia. En cuanto a Francia, cabe añadir poco más de lo mismo: la sombra de Sarkozy es alargada, entre otras razones, porque UMP sigue mandando en la Asamblea Nacional.

De modo que alegrémonos, sobre todo, por Dinamarca, si bien la remontada general que está experimentando últimamente la izquierda siempre es una buena noticia. Bienvenido sea todo lo que venga en auxilio de los ciudadanos para contribuir a la contención de la voracidad de los mercados financieros, de los índices bursátiles y de las agencias de riesgo.

El empresario perfecto (segunda parte)

El futuro empresario filántropo se planteó no sólo qué clase de negocio sería más rentable para poder llervar a cabo sus intenciones. También pensó que sería más fácil montar una pequeña o mediana empresa con pocos empleados. Esto facilitaría la labor de beneficencia que el futuro empresario quería poner en práctica. Serían pocos empleados, pero serían felices. Trabajarían por un sueldo digno, tendrían estabilidad para emprender un poyecto vital y tendrían suficiente poder adquisitivo para no privarse de nada y poder permitirse algún capricho costoso de vez en cuando.

Así que, definitivamente, el empresario tomó la decisión de que su negocio sería una PYME. Podría tener a su cargo a unos veinte empleados, y así sería más fácil la labor, ya que exigencia de rentanbilidad ya no seía tan grande, pues no habría tantos trabajadores a los que mantener.

Una vez perfilados los primeros aspectos de su nuevo proyecto, el empresario perfecto pudo volcarse de lleno en el tipo de negocio que más le convendría emprender. Lo primero que pensó fue abrir un restaurante, que sería perfecto para dar trabajo a un grupo de quince o veinte personas. El problema era que al filántropo no le llamaba mucho la atención el mundo de la hostelería. Él prefería algo que estuviera más relacionado con el mundo del arte y la cultura, aunque también era muy consciente de que, en los tiempos que corrían, ese mundo no era muy rentable. Lo que tenía que hacer el futuro empresario era dejar sus preferencias a un lado y ponerse en el lugar de los futuros y potenciales consumidores. Aquí entraban en juego las salvajes arbitrariedades de la ley de la oferta y la demanda. Decidió contratar a un asesor para que le ayudara a tomar la decisión más conveniente. Esa fue la primera gran inversión de su magnánimo proyecto, el primer paso en el camino hacia la justicia social, a la cual el modesto futuro empresario quería contribuir aportando su pequeño granito de arena.

domingo, 25 de septiembre de 2011

El Estado 194

Esa es la aspiración de Palestina: convertirse en el Estado número 194 de la Organización de las Naciones Unidas. La intención del líder de Al Fatah, Mahmud Abbas, radica en hacerse un hueco en el máximo organismo mediador de los conflictos internacionales con el objetivo de, una vez alcanzado el estatus oficial deseado en el seno de la ONU, poder contar con esta plataforma para negociar las condiciones de paz con Israel. A esto se opone el gobierno de los Estados Unidos, y no sabemos si esta postura se debe a las exigencias de Palestina, cuyo planteamiento implica el reconocimiento de las fronteras anteriores a 1967, lo cual a buen seguro acarrerará conflictos diplomáticos, o si se trata de un gesto despectivo más hacia figura institucional de la ONU para terminar de minar la poca autoridad que pueda quedarle a este organismo.

El argumento de Obama se basa en su opinión según la cual la mejor manera de que Israel y Palestina resuelvan sus conflictos es cara a cara y personalmente, sin mediadores de ningún tipo... ¡ni siquiera las Naciones Unidas, que están, precisamente, para encargarse de este tipo de asuntos! Pero Obama no convence, al menos al autor de estas líneas. Para empezar, Palestina no está pidiendo nada a lo que no tenga derecho. Si el Estado de Israel está debidamente reconocido como tal en la ONU desde 1947, ¿por qué no puede estarlo, igualmente, el Estado palestino a partir del año 2011? Es que sería una concesión intolerable, ¿verdad, señores Obama y Netanyahu? Sería otorgarle en la Asamblea General una voz y un voto, una capacidad de decisión, de que se les tenga en cuenta, cuyo valor simbólico equivaldría e, incluso, sobrepasaría, con creces, al hecho de devolverles el espacio, el territorio que se les está negando sobre el mapa desde hace décadas (concretamente, desde 1967).

Y esto, naturalmente, no puede ser. ¿Desde cuándo a los pobres palestinos se les ha concedido algo más allá de, por ejemplo, abrirles el paso de Rafah, en Gaza, para que pudieran circular mínimamente unos cuantos suministros esenciales para el mantenimiento de la población civil? Más aún: ¿desde cuándo está el gobierno de Israel en la obligación de cumplir todas y cada una de las resoluciones del Consejo de Seguridad (por ejemplo, la 242 y la 446, dos de las más importantes) desde que se produjo la ocupación de territorios palestinos durante la Guerra de los Seis Días?

Lo que está claro es que la ONU no es un espacio de equilibrio, de igualdad ni de democracia, ya que los primeros que faltan a estos principios esenciales de funcionamiento son los Estados fundadores, y nos referimos especialmente a aquéllos que más presumen de ser modelos de esa igualdad y democracia que predican mucho pero practican poco, como son los Estados Unidos, que, en la ONU como en todas las esferas de decisión, tienen capacidad de veto y pueden hacer y deshacer cómo, cuándo y donde se les antoje. Y es que los representantes políticos de estos Estados creen que, por haber vencido a los nazis en la Segunda Guerra Mundial, ya tienen derecho a hacer lo que les plazca sin contar con los demás. Pues no son así las cosas, o no deberían serlo.

sábado, 24 de septiembre de 2011

El empresario perfecto (primera parte)

Érase una vez un señor al que le tocó la lotería y tomó la decisión de emplear ese dinero en ayudar a los demás. Para ello, se le ocurrió la idea de montar una empresa en la que todos, tanto jefes como empleados, ganaran lo mismo. Así que fijó los salarios en la cantidad de 1400 euros al mes por una jornada completa de cuarenta horas semanales, con Seguridad Social incluida, así como un mes de vacaciones, dos pagas extraordinarias y, por supuesto, con todos los contratos fijos. Pero para poder llevar a cabo su proyecto, la empresa tendría que dedicarse a un negocio que resultara lo suficientemente rentable para que se generara un margen de beneficios que permitiera todas esas condiciones tan favorables. Empezó, por tanto, a pensar qué negocio sería el más favorable a sus nobles intenciones.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

La política como negocio

La política es un negocio para un buen puñado de políticos y gobernantes que se sirven de sus cargos para favorecer a los intereses privados, empezando por los suyos propios. La política como negocio consiste en bajar impuestos, privatizar servicios públicos y gastar cada vez menos dinero en lo que es más importante para los ciudadanos. La política como negocio consiste en ejercer el cargo con la intención de allanar el propio terreno colmándolo de favoritismos y privilegios para asegurarse un porvenir acomodado en la empresa privada. Durante su mandato, José María Aznar privatizó ENDESA, empresa en la que actualmente goza de un remuneradísimo cargo de consultor.

Ejemplos de este tipo son los que indignan al contribuyente, que se siente cada vez más defraudado al comprobar cómo nuestra democracia se va alejando más y más de su función originaria (gobierno del pueblo) para convertirse en caldo de especulación de los grandes empresarios y multinacionales. El de Esperanza Aguirre es otro desgraciado ejemplo de lo que comento, ese tipo de gobernantes cuya única vocación de servicio público consiste en suprimir el carácter público de ese mismo servicio que desempeñan. Porque la señora Aguirre, como su compañero Aznar, es de esa clase de políticos que sienten verdadera repugnancia por el gasto público, por el endeudamiento que requiere el mantenimiento de cualquier clase de servicios sociales, a los cuales no consideran rentables desde el punto de vista de las leyes de ese mundo del mercado al que tanto admiran y en el que tantos deseos tienen de participar y, claro está, de sacarse una buena tajada. Lo que estas personas no entienden es que la esfera pública no se rige por criterios de mercado, o no debería hacerlo.

Si tantas ganas tiene usted de enriquecerse, señora Aguirre, presente su dimisión de la Presidencia de la Comunidad de Madrid y dedíquese a sus negocios privados, y deje paso a algún compañero de su partido, o de otros partidos, que sí tenga vocación de servir a los ciudadanos de la mejor manera posible y que sea capaz de anteponer el mantenimiento de unos servicios educativos y sanitarios de calidad, o sea, lo que interesa a los ciudadanos, frente a los intereses de los mercados e índices bursátiles. Los ciudadanos madrileños tienen derecho a que se respeten las coberturas sociales que mantienen con sus impuestos, y no se merecen el desprecio de una presidenta que no les respeta, ni a ellos, que son los ciudadanos que la han votado, ni a sus impuestos, que es de donde procede el sueldo de la señora Presidenta.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Deconstrucción fiscal

Señores Inspectores de Hacienda, formen ustedes un partido político y prometo que les votaré. Les daré mi voto para que, al menos ustedes, hagan las cosas bien por una vez en la vida. La política es economía y la economía es dinero. Ustedes son los que más saben sobre el tema, ¿verdad? Y nunca está de más, de vez en cuando, ejercer el derecho al voto con criterios tecnocráticos. Es decir, sin prejuicios partidistas. Simplemente, queriendo que gobierne quien sabe lo que hace porque es especialista en ello.

Y es que ustedes, señores Inspectores de Hacienda, tienen mucho trabajo que hacer y que yo, como contribuyente, estaré muy satisfecho de costear con mis impuestos, ese 18% del IRPF que cada mes retienen de mi nómina, entre otros conceptos impositivos también incluidos en ella.

Ustedes, señores Inspectores de Hacienda, tienen por delante toda una tarea de deconstrucción fiscal. Deberán desmantelar todo el sistema para, después, volver a edificarlo, de tal forma que quede renovado y vigorizado con una nueva función redistributiva y recaudadora mucho más poderosa, más poderosa que nunca, de manera que se establezcan unos tipos impositivos mínimos a partir de los cuales toda renta que se produzca, tanto del trabajo como del capital, aporte al sistema la cantidad precisa de recursos que requieran los criterios de equidad establecidos.

Para ello, ustedes, señores Inspectores de Hacienda, deberán llevar a cabo una purga de todos los sistemas de evasión fiscal existentes para acabar con todos los virus y parásitos chupasangres que están pudriendo nuestras sociedades y que están reduciendo el estado de bienestar a su mínima expresión. Es curioso, pienso, que los que se aprovechan del sistema que les favorece para chupar la sangre de sus semejantes, acusen al socialismo precisamente de lo mismo que ellos hacen con el actual sistema capitalista, y que no es otra cosa que cultivar el parasitismo, esto es, el vivir a costa de los demás.

Devuelvan la transparencia a nuestro sistema, señores Inspectores; identifiquen a los ladrones y a los métodos que utilizan, señores Inspectores. Emprendan una cruzada contra los paraísos fiscales, porque estos son como los acuíferos subterráneos en tiempos de sequía: reservas de liquidez en tiempos de crisis. Ese dinero es de todos, igual que los recursos naturales, como el agua. No dejen que los tiburones nos dejen secos.

jueves, 15 de septiembre de 2011

La Rosa que se salió del puño

Se salió del puño y le van muy bien las cosas con su relativamente reciente adquirida independencia. Esta rosa es una flor cuya integridad escasea en el prado de la política, puesto que le encanta agradar exhibiendo la hermosura de sus pétalos, pero no duda en sacar las espinas cuando cree que debe hacerlo, que es cuando no está de acuerdo con algo, o ante cualquier asomo de injusticia cometida por la flora dominante, esa especie arrogante y acaparadora que quiere todo el prado para ella sola y trata de ignorar a las pequeñas florecillas que tratan de abrirse paso entre tanta exuberancia ajena.

Esta rosa se salió del puño porque no se encontraba a gusto dentro de él. Desde entonces, el puño no ha dejado de perder fuerza y está cada vez más débil. Las rosas que le quedan están cada vez más marchitas y opacas. La lozanía es un sueño del pasado, cuando la palabra "socialismo" significaba algo para ellas: cuando un jardinero llamado Pablo Iglesias decidió cultivar el huerto de sus ideales basados en la justicia, en la igualdad y en la democracia.

Esta rosa aventurera representa lo mejor de aquella época en que la rosa todavía se dejaba abrazar por el puño que la sostenía. Y esta rosa, a diferencia de las otras que siguen dentro del puño, no ha perdido su lozanía, sino que la ha ido aumentando con los años, porque el tiempo no hace mella sobre aquello que es auténtico, sincero, verdadero y transparente. El tiempo no hace mella en las ideas de justicia, igualdad y democracia, que fueron las semillas que aquel jardinero plantó, en su momento, para que algún día llegaran a fructificar en forma de victoria del proletariado sobre la burguesía.

La rosa que se salió del antiguo puño, hoy aprieta su propio puño con la fuerza de sus inquebrantables convicciones. Es independiente y decidida. Ya no es la marioneta de nadie, si es que alguna vez lo fue. Se llama Rosa Díez y le gusta hablar con claridad y cercanía al ciudadano. Si piden audiencia, les recibirá en su despacho para escuchar lo que tengan que decirle. No me imagino a Rajoy o a Zapatero haciendo lo mismo en sus refugios de Génova y Ferraz.

martes, 13 de septiembre de 2011

La redención del comunismo 3 (el abuso de la propiedad privada)

El comunismo que yo defiendo no está en contra de la propiedad privada, sino del abuso de ella por parte de los ricos, pues en esto, y no en otra cosa, consiste el capitalismo. Este sistema va contra la idea del bien común y cultiva un individualismo materialista en el peor de los sentidos, puesto que ya del individualismo renacentista que dignificaba al ser humano mediante la práctica y desarrollo de todas sus potencialidades físicas, afectivas e intelectuales, sólo queda la parte más banal y prosaica, aquella que es objeto de mercadeo, de compraventa, de beneficio económico. El ser humano parte del sometimiento feudal durante la Edad Media, alcanza su propia liberación en el Renacimiento, vuelve a ser presa de las tiranías del Antiguo Régimen y termina alcanzando el estatus de la época contemporánea en dos fases: la primera de ellas, nuevamente revolucionaria (EEUU, 1776, Francia, 1789, etc.), y, por último, con la Revolución Industrial y con la burguesía erigida en el nuevo elemento opresor, en este caso, del proletariado, que es la clase social surgida de la industrialización.

Asistimos, por tanto, a la evolución del concepto individualista, que, visto lo visto, más se parece a un proceso de degradación que de evolución propiamente dicha, puesto que, en la época actual, no se produce un desarrollo positivo de este fenómeno, sino todo lo contrario: nos encontramos con un retroceso en todos los términos que afectan a la idea del individualismo como sinónimo de libertad humana, de derecho al libre desenvolvimiento de la persona en todas las esferas de su vida. Se produce, en la actualidad, un fenómeno de pérdida de libertades individuales debido a las directices del mercado y todo lo que conlleva: obsesión por la obtención de beneficios a toda costa, por la acumulación de capitales, por sacar el máximo partido de cualquier iniciativa empleando los mínimos costes posibles.

Esto conduce, inevitablemente, a la existencia de desigualdades sociales y, por tanto, al aumento de la distancia entre unas clases sociales y otras, cuando uno de los objetivos del comunismo es la abolición de las diferencias, que son las que causan que unos individuos, los pertenecientes a las clases más acomodadas, subyuguen a los individuos de las clases más desfavorecidas. Estos últimos, como consecuencia de este sometimiento al que se ven destinados, pierden casi todas sus esferas de libertad al tener que dedicar la mayor parte de su existencia a trabajar mucho cobrando lo mínimo, precisamente, para que aquellos individuos privilegiados ven cada vez más aumentadas sus propiedades y sus beneficios particulares.

No se trata, por tanto, de suprimir la propiedad privada, lo cual conllevaría eliminar algunas parcelas de libertad individual que son absolutamente imprescindibles para que cada persona mantenga su propia identidad, su carácter, sus gustos personales sobre toda clase de elementos externos e internos, así como su derecho a decidir por sí misma sobre cualquier cuestión que afecte a todas estas cosas. Se trataría de impedir los abusos a que la propiedad privada es sometida por parte de quienes no miran más que por su propio beneficio, lo cual pasa, como dijo Marx, por hacer colectivos los medios de producción, de manera que se unan las fuerzas del capital y las fuerzas del trabajo, tratando de integrar a aquéllas en el seno de éstas, siempre de forma pacífica y dialéctica, para beneficio de ambas en particular y de toda la comunidad en general, y que, de esta forma, el producto fabricado o elaborado por el obrero (los bienes de consumo) se convierta en elemento de disfrute totalmente suyo.

Este sistema evitaría todo tipo de injusticias y desigualdades, y todo el mundo disfrutaría de propiedad privada por el hecho de ser, cada individuo, único dueño de los frutos de su trabajo y de su esfuerzo. Fíjese el lector en la manera en que el comunismo no sólo no va contra la propiedad privada, sino que, además, considera su existencia como una condición esencial para el predominio de la equidad y la justicia en el seno de cualquier sociedad libre y democrática.