BLOG DE RAFA PARRA SOLER

De vocación, poeta, ensayista y dramaturgo.











jueves, 29 de diciembre de 2011

Vergüenza propia y ajena

Sale Gasol en la tele tratando de concienciarnos sobre la desnutrición de los niños del tercer mundo. Dice que los mil primeros días son vitales para salvar a las pobres criaturitas de morir de inanición. Y, entonces, a mí me da la risa, pero no piensen ustedes mal, porque es de pura indignación. Porque esta clase de anuncios publicitarios me parece que se quedan en la simple intención de movernos al ejercicio de la caridad para aliviar nuestras conciencias, en vez de pretender atajar el problema de raíz ejerciendo una concienciación más sólida y creíble.

¿Los primeros mil días? ¿Cómo podemos ser tan hipócritas? Por un solo día que pase un niño sin comer ya se nos debería caer a todos la cara de vergüenza. ¿Cómo permitimos, en nombre de la decencia, que pasen millones de niños diariamente sin comer, y así hasta mil días, cuando no muchos más, incluso hasta la muerte? ¿Cómo que los primeros mil días son vitales? ¿Eso significa que pueden estar pasando hambre los primeros novecientos noventa y nueve días, porque todavía no se han muerto y aún los podemos salvar? Tamaña muestra de cinismo solo es posible encontrarla en una sociedad como la nuestra.

1 comentario:

  1. Ojalá existiese una forma más directa de ayudar a esos niños...
    Por desgracia, ofreciendo un donativo a la ONG de turno o apadrinándolos sólo perdemos tiempo y dinero. Muchos han sido los fraudes, muchas las mentiras...y el hombre tropezará dos veces en la misma piedra, pero no le robarán dos veces por la misma causa. A mí ya me tangaron una vez. Lo siento, Gasol, pero no.

    ResponderEliminar