BLOG DE RAFA PARRA SOLER

De vocación, poeta, ensayista y dramaturgo.











lunes, 9 de agosto de 2010

El ensayismo hispánico se queda huérfano

Quizá la figura de Juan Marichal no sea tan conocida como las de Ramón Menéndez Pidal o Dámaso Alonso, por aportar varios ejemplos ilustres. Sin embargo, para quienes amamos el género literario del ensayo en particular, y la erudición en general, hoy es un día triste, pues nos ha dejado uno de los mayores especialistas en el estudio del ensayo en España e Hispanoamérica.

La voluntad de estilo: teoría e historia del ensayismo hispánico (1957) es su obra más conocida, y en ella el autor realiza un recorrido histórico del género a través de las obras más representativas dentro del ámbito hispanoamericano. Según Marichal, el origen del ensayo en España se da ya en los tiempos de la Baja Edad Media, cuando los contactos de la Corona de Aragón con los dominios españoles de Milán, Nápoles y Sicilia empiezan a formar vías de intercambios culturales a través de las cuales el Renacimiento italiano terminará arraigando en España un siglo más tarde gracias a genios como Garcilaso de la Vega.

En este contexto de intercambios culturales y de fin del teocentrismo medieval, los escritores españoles empiezan a sentir la necesidad de expresar sus individualidades a través de la literatura. Y es ese afán de expresión individual el factor al que Marichal denominó voluntad de estilo: se trata del abandono de la anonimia para reivindicar la autoría de las obras, que constituiría, en la mentalidad del escritor prerrenacentista, la manera de perdurar en la esfera terrenal más allá de la muerte (lo que Jorge Manrique llamaría "la vida de la fama").

Es esta "voluntad de estilo" el germen del ensayo en España, y que continuará a lo largo de los siglos a través de autores de la talla de Feijóo, Jovellanos, Emilia Pardo Bazán, José Luis Abellán, José Ortega y Gasset, Miguel de Unamuno o Xabier Zubiri.

A estudiosos como Juan Marichal, o el mismo José Luis Abellán, anteriormente mencionado, todos los amantes del ensayo y la erudición les debemos la sistematización, organización y teorización de este género apasionante que constituye la literatura de ideas, y que tan importante empuje experimentó durante el siglo XVIII, el llamado "siglo sin literatura", porque llegaron a predominar las ideas frente al arte de crear mundos de ficción o de belleza lírica. Sin embargo, ahí queda el legado intelectual del profesor Marichal, cuyo magisterio ha dignificado y consolidado el ensayístico como un género literario más, al lado de la narrativa, la lírica y el teatro.

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