BLOG DE RAFA PARRA SOLER

De vocación, poeta, ensayista y dramaturgo.











miércoles, 30 de junio de 2010

Ay, las Unidades Didácticas

Ay, ay, ay... ¡Qué verde estoy! Me preocupa, a estas alturas del proceso, mi falta de soltura con las Unidades Didácticas. He dedicado tanto tiempo y esfuerzo a perfeccionar la exposición de la Programación, que he perdido la soltura y la fluidez con las Unidades, y estoy muy preocupado. Hasta que haga bien una Unidad no me quedaré tranquilo. Por otra parte, se supone que soy afortunado por tener dos semanas para prepararme la exposición. Sin embargo, yo creo que los afortunados son los que van a exponer antes que yo, porque van a ser los primeros en quitarse este peso de encima que yo llevo dos años cargando a mis espaldas.

martes, 29 de junio de 2010

Glosa al título de este blog

Es cierto que quien mucho abarca, poco aprieta. Pero también es cierto que quien abarca poco para poder apretar mejor, se está perdiendo muchas cosas que no por menos apretadas son menos importantes. Si nos va la vida más en apretar que en abarcar, entonces vale. Pero, si el abarcar es una cuestión de pasatiempo, de enriquecimiento personal al margen de lo profesional, entonces yo me reafirmo en mi defecto congénito de querer abarcar mucho aunque me falten fuerzas para apretar como es debido. El día en que llegue a conformarme con lo apretado sin importarme lo abarcado, habré perdido toda la ilusión por vivir.

lunes, 28 de junio de 2010

Omisiones en el tema 62

Se trataba de disertar sobre las vanguardias europeas y españolas. Desde que salí del examen, y a medida que pasaban las horas, fui recordando datos importantes que debía o podía haber incluido: la figura de Guillermo de Torre y su obra Literaturas europeas de Vanguardia; la importancia de la Residencia de Estudiantes como foco difusor de las nuevas ideas; el cine de Luis Buñuel y su Perro andaluz como obra cumbre del Surrealismo en su versión cinematográfica.

Dice Laura que no me preocupe por esas cuestiones, puesto que el tribunal va a valorar en mi examen lo que haya escrito, no lo que me haya dejado en el tintero. En eso tiene razón, pero no es menos cierto que a uno le queda cierto sentimiento de frustración e impotencia cuando sabe que, en el momento del ejercicio, podría haber dicho muchas más cosas, de las que se cuerda más tarde, cuando ya no se puede hacer nada.

De todos modos, no me quejo en absoluto. Sobre todo, en relación con algunos de mis compañeros, que no han tenido tanta suerte como yo.

viernes, 25 de junio de 2010

Carta a la mujer de mi vida

Yo no creo en el destino. Como dicen en Matrix, no me gusta la idea de no ser yo quien controle mi vida. Pero sí creo en que tú y yo estábamos destinados a querernos. Si mi destino es quererte, entonces sí creo en el destino. Como suelo decirte, eres mi diosa y creo en ti por encima de todo, igual que te quiero a ti por encima de todo.
No es que crea que eres la mujer de mi vida, es que lo sé. Estoy tan seguro de ello como de que el fuego quema, el mismo fuego que ilumina mis entrañas de felicidad desde que entraste en mi vida. Mi vida, que es completamente tuya, como sabes.

Lauro soy y en mi Laura creo.

Te quiero y te amo. Eres mi muñequita.

jueves, 24 de junio de 2010

Protectorado de la Unión Europea

¿Será imbécil el señor Rajoy o sólo se lo hace? Hace falta ser un necio demagogo para reprocharle a Zapatero el haber convertido a España en un "protectorado de la Unión Europea", por el simple hecho de haber seguido los dictados de Merkel y Obama a la hora de imponer el recorte en los gastos sociales para controlar el déficit. Estas medidas no constituyen un caso de aplicación única en España, sino que se extienden a toda la eurozona. Si apuramos, en peor situación tienen que estar los alemanes para que veinte mil funcionarios del país germano se hayan quedado sin trabajo. Afortunadamente, aquí eso es imposible que suceda, y menos mal. De modo que, señor Rajoy, deje de decir tonterías. Porque, si nos ponemos a establecer paralelismos, mucho más grave es apoyar a una superpotencia en la invasión y el bombardeo de países de Oriente Medio, que seguir las políticas económicas impuestas por la mayor potencia de la Unión Europea

miércoles, 23 de junio de 2010

Plan de lecturas

Un plan de lecturas debe ser ambicioso. El profesor tiene que hacer un planteamiento audaz y dar a los libros la máxima importancia, porque constituyen un elemento fundamental en la asignatura de Lengua y Literatura. Si hay que darle el mismo peso, como mínimo, a la lectura que al examen tradicional, pues se le da. Esa es mi opinión como profesor, si es que, finalmente, se me da la oportunidad de dedicarme a esto de forma definitiva. Hay que formar lectores, porque en la lectura está la base del aprendizaje y el acceso al conocimiento. Y porque la lectura es un placer.

jueves, 17 de junio de 2010

Tempus fugit (contando las horas y los días...)


Aunque, realmente, no me puedo quejar: el tiempo se me está pasando volando, visto y no visto. En un par de pestañeos de ojos me voy a encontrar examinándome de la prueba escrita a las once y media de la mañana del domingo 27 de junio en la Escuela Superior de Ingenieros. Y, en unos cuantos pestañeos más, me veo en Sevilla Este, por la mañana o por la tarde, defendiendo mi Programación Didáctica ante un tribunal compuesto por tres mujeres y dos hombres. Y, a poco que sigan pasando los días, me veo con un trabajo para toda la vida o volviendo a echar currículums resignándome a la feroz competencia del mercado laboral.

Afortunadamente, pase lo que pase, sucederá muy pronto.




martes, 15 de junio de 2010

Qué es la productividad

La productividad es un concepto que procede de las ciencias económicas y tiene que ver con las ganancias de una empresa en la medida en que esa empresa es capaz de generar o "producir" un determinado número de artículos por hora, día, mes o año. Cuanta más productividad, más artículos por vender, y más dinero por recaudar. Esto es así en el ámbito de la economía de mercado.

Pero, si trasladamos el concepto de "productividad" al terreno de la Función Pública, aplicamos esta noción, no a criterios de rentabilidad económica, sino a cuestiones como la agilidad en la tramitación de gestiones, la calidad de los servicios disponibles... y el cumplimiento de los plazos. Cuando la Administración Pública establece unos plazos para el desarrollo y resolución de los procedimientos que le corresponde llevar a cabo, está en la obligación de cumplirlos, o debería. El cumplimiento de los plazos es uno de los criterios de rentabilidad que los ciudadanos debemos exigirles a las distintas ramas de la Administración Pública. Y, en caso de incumplimiento de aquellos, debería denunciarse y abrirse un expediente al funcionario o funcionarios responsables de dicho incumplimiento.

No hay derecho a que el incumplimiento de los plazos establecidos por la propia Administración nos tenga a algunos en vilo.

sábado, 12 de junio de 2010

Fútbol, caca

¿Cómo es posible que la actividad más banal e improductiva del planeta genere millones de euros, dólares, libras, etc.? ¿Cómo es posible que Cristiano Ronaldo gane más que cualquier médico? ¿Y cómo es posible que haya tantos licenciados universitarios en el paro?

En lo futbolístico, la culpa la tiene el pueblo, que obedece a los dictados de la sociedad de consumo. El mercado manda porque el pueblo le hace caso, porque la gente no se para a pensar qué es lo que quiere de verdad, sino que se va a lo fácil, a lo primero que le ofrecen, sea bueno o malo.

El mercado es un agente muy poderoso. Tiene a su servicio todo tipo de especialistas en manipulación mental: psicólogos, sociólogos y publicistas que saben perfectamente cómo tocar la fibra sensible del espectador, del consumidor, es decir, aquello en lo que el mercado ha convertido a las personas. Con todo tipo de recursos psicológicos, estéticos y publicitarios en general, los dueños del mercado se las ingenian para conseguir que las personas se conviertan en consumidores de sus productos, entre los cuales está el negocio del fútbol. En este campo, como en todos los demás, los dueños del mercado apelan a lo más irracional y vulnerable del individuo, a su necesidad de creer en algo o alguien superior a quien intentar parecerse, y es en esta fase del proceso manipulador donde entran en juego los iconos ideológicos, estéticos y publicitarios. Esto es lo que hace que Cristiano Ronaldo y Leo Messi sean elevados a la categoría de dioses por parte de los consumidores (en este caso, los hinchas deportivos). Una vez se llega a consolidar ese sentimiento de idolatría y veneración popular, el mercado se dispone a lanzar su producto (un coche, una espuma de afeitar, un banco donde ingresar la nómina,etc.). Sin olvidar el mercadeo de los productos oficiales del club de fútbol al que pertenece el jugador en cuestión: camisetas, bufandas, pulseras, relojes, mecheros, botas, mochilas, toallas... El fetichismo del consumidor es explotado hasta la saciedad del empresario, que no conoce límites a la hora de obtener beneficios por hacer temporalmente felices a los pobres infelices que consiguen sentirse un poco menos mediocres por poseer un objeto de su futbolista preferido.

Los defensores del capitalismo se defienden diciendo que el socialismo lo que hace es criar borregos amamantados por el Estado, cuando ellos, como mínimo, hacen lo mismo, pero en lugar del Estado, es el Consumo el que amamanta a los borregos. La diferencia está en que, por lo menos, el Estado reparte la riqueza y ninguno de los borregos se queda sin amamantar. Por el contrario, Papá Consumo sólo protege a los borregos que se lo pueden permitir.

jueves, 10 de junio de 2010

Sexo en Nueva York: una pose de maniquí

Sexo en Nueva York es un canto a las banalidades de cuatro pijas frivolonas que sólo piensan en practicar sexo e ir de compras. Sexo en Nueva York es un panfleto a favor del consumismo desenfrenado, del clasismo capitalista norteamericano y de la promiscuidad. Lo de la promiscuidad no me parece mal, porque el sexo es algo hermoso y placentero. Lo que me repugna de Sexo en Nueva York son esos ambientes vacuamente ostentosos, esos restaurantes chics de copas de medio metro de altura ( para poder beber de ellas hay que tener un cuello de jirafa) y de asientos tan sofisticados como incómodos.

Lo que me fastidia de Sexo en Nueva York es la falta de naturalidad, de espontaneidad y de sencillez. Todo en esta serie o película es lujo, ostentación y pose de maniquí. Es como un desfile de modelos: no hay dos escenas seguidas en que alguna de las cuatro inseparables amigas lleven puesto el mismo vestido, a cuál más vistoso. A Sarah Jessica Parker la he visto en otras películas y no me ha desagradado, pero la veo en ésta o en la serie televisiva del mismo nombre presumiendo de su colección de zapatos de Channel, o la marca que sea, de quinientos dólares el par, y me entran ganas de prenderle fuego a su repelente armario lleno de ropa de marca.

Sarah Jessica Parker es miembro de la Comisión para las Artes y las Humanidades del gobierno de Barak Obama. Esto me hace pensar que quizá el icono que representa su personaje de Sexo en Nueva York no va más allá de ese personaje. Quizá esta actiz sea tan buena, que es capaz de representar en la ficción una actitud que es justamente la contraria en la vida real.

miércoles, 9 de junio de 2010

El poder es el problema y la anarquía es la solución

Si la codicia, la injusticia, la desigualdad y el egoísmo pueden más que la generosidad, la justicia, la igualdad y el altruismo y si, realmente, el hombre es un lobo para el hombre, entonces desenmascarémenos todos de una vez y mostremos nuestro aspecto más despreciable, salvaje y primitivo, que es el que, al final, acaba ganando la batalla. Si somos tan despreciables por naturaleza, entonces no tiene sentido ocultar nuestra forma de ser bajo unas leyes que no vamos a cumplir y unas normas de convivencia que no vamos a respetar. Si somos como somos y no hay remedio, entonces, al menos, la poca dignidad que tengamos conservémosla siendo sinceros con nosotros mismos y acabemos con esa institución burguesa llamada Estado, que no es más que un gran monumento al cinismo, a la hipocresía, a la justificación del dominio de unos individuos sobre otros por parte de los individuos dominantes.

Si en nuestra naturaleza está ser asesinos, delincuentes, timadores, mentirosos, embaucadores, perjuros, adúlteros, infieles, desleales y egoístas, seámoslo de forma sincera, transparente y espontáea, como el instinto que nos guía en la selva de la vida. No pretendamos envolver en apariencia de raciocinio y civismo lo que es todo lo contrario a esas virtudes y a cualquier otravirtud.

No nos engañemos. Si la humanidad es tan despreciable como lleva siglos demostrando, entonces de nada vale tratar de atenuar la naturaleza perversa del ser humano con mecanismos de ingeniería social, porque esa pervesidad siempre acabará saliendo a la luz. A veces, incluso, legitimada por el sistema político de turno. Así que sería mejor que nos librerásemos de todas las trabas protocolarias de carácter físico, social, político, mental y estético que nos hemos impuesto o que nos han sido impuestas a lo largo de la Historia. Sería mucho más coherente actuar por libre, para bien o para mal, sin tener constantemente encima a un Estado que juzgue nuestros actos según los criterios de la clase dominante que lo dirige.

Porque, si el hombre ya nace corrupto, el poder lo corrompe todavía más. Y el Estado es, básicamente, una forma de poder. Por lo tanto, hay que acabar con el Estado. Hay que acabar con esa plataforma de convivencia social que legitima la práctica del cinismo institucionalizado, esa lacra que crece como un parásito, alimentada por el erario público.

El poder político debe ser destruido. La política es una forma de delincuencia en la mayoría de los casos. La peor de todas, diría yo, porque sus hijos, los políticos, van por la vida como lobos con piel de cordero. La anarquía consiste en la ausencia del poder político, por tanto la anarquía es la solución.

lunes, 7 de junio de 2010

Pretty Woman: una interpretación distinta


El domingo emitieron, por enésima vez, ese gran clásico del cine norteamericano de los años noventa. Volver a ver esta entrañable película me hizo reparar en aspectos en los que yo no había repadado anteriormente. Lo que pretendo destacar es la historia de Pretty Woman como la conversión de un ejecutivo agresivo y ambicioso en un empresario con sentimientos y buenas intenciones, algo muy poco común. Y todo ello, por obra y gracia de Bibian, una prostituta sensible e inteligente que se emociona como un niño al ver La Traviata desde el precioso palco de un bello teatro al que acude con su atractivo cliente, un Richard Gere que, detrás de su aspecto de hombre triunfador que viaja en limusina y maneja millones de dólares, se esconde un individuo tierno que terminará saliendo a la luz para disgusto de su abogado, un hombre arrogante y prepotente que se cree con derecho a todo y que representa el lado más despreciable de Edward, el personaje interpretado por Richard Gere.

El amor, como la fe, mueve montañas. Al menos, en el terreno de la ficción. y así se ha demostrado en obras como La dama boba, de Lope de Vega, en que la joven Nise, que empieza siendo una ignorante, acaba volviéndose inteligente para enamorar al hombre al que ella ama. En el caso de Pretty Woman, el amor ha sido capaz de convertir a una máquina de ganar dinero en un ser humano que acaba entendiendo que en la vida hay cosas más importantes que el vil metal.

domingo, 6 de junio de 2010

Poesía y doblaje


La poesía y el doblaje tienen, en mi opinión, algo en común: para ambos casos, quien cultiva estas disciplinas artísticas aspira a alcanzar una voz propia (en el caso del doblaje, nunca mejor dicho) que se diferencie de todas las demás. En lo que a la poesía se refiere, alcanzar ese ámbito propio supone para el poeta el hecho de consolidarse en el manejo de un vocabulario propio, unos campos semánticos propios y una red de asociaciones metafóricas propias. Federico García Lorca, por ejemplo, hizo suyos motivos tradicionales como los gitanos, las navajas, los claveles y la luna. En el caso del doblaje, la conquista de ese universo estético particular implica, literalmente, alcanzar una voz madura, sólida, que evoque unas sensaciones únicas que sólo esa voz pueda ofrecer. La más alta cima de esta disciplina radica en que a una determinada voz se le acabe asociando un determinado personaje o el actor que lo interpreta. Ejemplos de ello los tenemos en figuras como la de Salvador Vidal (que es la voz habitual de actores como Harrison Ford, Mel Gibson, Ed Harris o Liam Neeson), una voz fuertemente masculina y varonil, esencialmente carismática, capaz de dar prestigio y categoría a cualquier película.

Poesía y doblaje tienen, por tanto, elementos comunes: las palabras, por supuesto, y ese denominador común de los universos particulares que tanto poetas como intérpretes de voz se afanan en alcanzar. En cualquier caso, se trata de dos mundos apasionantes e igualmente bellos.

miércoles, 2 de junio de 2010

Cuestiones culturales

Hoy mi novia ha asistido a una boda musulmana en Algeciras en compañia de una compañera de trabajo y amiga suya. Era la primera vez que ambas participaban en un evento como éste, y no sabían lo que se iban a encontrar. Al final, lo que se encontraron fue que, como en tantas otras esferas de la vida, en esta ocasión a las mujeres se las castiga. En este caso, sin comer. En lugar de canapés y copas de vino y cerveza, las chicas se encontraron con que lo único que se les servía de condimento era agua y té. Eso, para las mujeres, porque los hombres de la boda ya habían celebrado- por separado, cómo no- su fiesta a medio día, y, ellos sí, con el banquete correspondiente a su condición de machos dominantes.

Laura, mi novia, zanja la cuestión resigándose a constatar que "son cuestiones de culturas, culturas diferentes". Los avatares de la Historia son sumamente curiosos. La, que durante la Edad Media, fue una de las civilizaciones más avanzadas, sofisticadas, cultas y exquisitas, en nuestros días tiene la asignatura pendiente de evolucionar y ponerse a la altura de los tiempos que corren superando cuestiones como la diferencia de sexos y la separación entre religión y política.

El caso que he descrito constituye una manifestación más de la diferencia de sexos que actualmente impera en las sociedades musulmanas, con la balanza favorable, evidentemente, hacia los intereses del sexo masculino. Me pregunto qué pensarían individuos como Averroes o Avicena si compartieran con nosotros estos comienzos del siglo XXI.

martes, 1 de junio de 2010

Vergonzosa reacción de Ban Ki Moon ante la masacre perpetrada por Israel en Gaza

Vergonzosa, aduladora y cobarde, muy cobarde. ¿Qué es eso de condenar el ataque del gobierno israelí a la flotilla que trasladaba ayuda humanitaria a la franja de Gaza, pero no condenar a Israel? Condena la ejecución, pero no al ejecutor. Es como condenar el holocausto nazi sin condenar a Hitler. Mantener una posición de medias tintas como ésta es indignante, y más viniendo del máximo responsable de las relaciones internacionales a nivel mundial. Estamos hablando, una vez más, de varios muertos, y, aun así, desde las más altas esferas de la ONU no hay valor ni integridad para llamar a las cosas por su nombre.


A quienes defienden a Israel como la única democracia de Oriente Medio, creo que ya no les quedan argumentos de ninguna clase. Cuaquier gobierno democrático que se precie de tal no ordena un ataque mortal hacia una organización humanitaria. El Estado de Israel representa el aspecto más detestable de la pasada era Bush, con sus ataques preventivos y sus efectos colaterales, esos eufemismos que enmascaran toda una política de arbitrariedades, beligerancias, unilateralismo y arrogancia infinita.


¿Qué pretende el Presidente de las Naciones Unidas con su cobardísima reacción? ¿Evitar un conflicto diplomático antes que emitir una condena sin paliativos? ¿Qué clase de miedo es el que le tiene la ONU al gobierno de Israel? El grado de cinismo que se ha mostrado en esta cuestión es absolutamente indignante y debería provocar la dimisión de Ban Ki Moon, quien ha demostrado no estar ni a la altura de las circunstancias que se han producido ni a la del cargo que desempeña.