BLOG DE RAFA PARRA SOLER

De vocación, poeta, ensayista y dramaturgo.











miércoles, 27 de enero de 2010

Poema autocomentado

Los árboles saludan sonriendo
a los cristales que refleja el alba
y el cuerpo del metal sobre las dunas
recubre las auroras de tristeza.


Que por qué la tristeza en un poema...
Pues porque la tristeza ha sido siempre
el motivo central de la poesía.
¿Es que hay auroras tristes?
Hay hombres que las miran con tristeza.


¿Y el cuerpo de metal sobre las dunas?
Es cuerpo de metal sobre dunas ardientes
la falta de armonía entre las cosas,
porque un metal es frío y está duro.
Las dunas son calientes y están blandas.

Los árboles saludan sonriendo
a los cristales que refleja el alba...
¿Los árboles ya saben sonreír?
Y saludar también: yo los he visto,
he visto cómo miran hacia el cielo,
como los girasoles en verano.

4 comentarios:

  1. Es raro, es interesante, me gusta, especialmente lo de las dunas calientes y blandas...
    Sólo que...¿qué son los cristales del alba?
    Es lo único que no explicas, ¿dejas escoger al lector qué son esos cristales? Para mí es ese color rosáceo del amanecer, el primer color de la mañana, ese que veo cuando el día aún no es día...¿puede ser?

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  2. También muy original: surrealismo explicado poéticamente en el propio poema. Muy buena idea.

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  3. Tu poema una. Los poemas para los alumnos de instituto deberían ser así, porque son asequibles, pero bellos. No pierden su esencia, pero son antigongorinos. El poema es poema y poeta al mismo tiempo. Es como si el poema se hubiese tragado al poeta, y éste chillase desde dentro de su propia creación, ¿ves la imagen? encerrado en su propia obra, la define. Para mí los cristales del alba son eso -si no te importa-, la luz del amanecer, esa sensación que ahora -desde que madrugas- podrás conocer: Cuando me despierto aún es de noche. Me ducho, me visto, me pongo un batido y cada mañana, antes de irme, me asomo a la ventana y miro el mar, aún iluminado por las luces del puerto. Pero, mágicamente, al llegar a la calle todo es rosa y dorado. Al subir a lo alto del Saladillo los primero rayos de sol iluminan la bahía, y desde la puerta del instituto, a lo lejos, veo el mar iluminado por los cristales del alba.
    Ese es el sentido que yo le doy. ¿Te parece? Es un poema precioso mi amor, ¿me lo regalas? Mejor aún, y si haces uno de ese estilo pero explicándome a mí...es raro, pero me gustaría ser explicada por/en un poema.
    Te quiero

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