Hagan sus apuestas

Mañana se publican las listas provisionales de admitidos y excluidos para el proceso de oposiciones. Estoy deseando saber cuántos aspirantes nos hemos presentado. Evidentemente, lo ideal sería que el número de opositores fuera igual o menor al número de plazas, pero, como eso sólo sucede en sueños, me conformo con que no seamos más de, no sé... ¿mil? Esa ya sería una cifra para darse con un canto en los dientes, teniendo en cuenta que los tiempos que corren animan a mucha gente a opositar para probar suerte, al margen de la mayor o menor preparación con que uno vaya a afrontar las pruebas selectivas.

Mil aspirantes para ciento diecisiete plazas (número oficial de plazas ofertadas para el turno libre, independientemente de que luego puedan sobrar plazas de los cupos de invalidez y promoción interna). Esa sería una cifra optimista para quienes llevan los examenes preparados, aunque,en realidad, si uno ha hecho bien su trabajo le deben dar igual todas estas especulaciones, puesto que, a la hora de la verdad, se ha de notar quién va en serio y quién se ha presentado por probar suerte.En caso contrario, sólo cabría pensar que la arbitrariedad es el único baremo que rige el proceso. Y yo quiero creer que no es así, y que la arbitrariedad, la suerte, sólo influye en un cincuenta por ciento, que ya es decir. De modo que se supone que el opositor tiene en sus manos el otro cincuenta por ciento. Si el aspirante lo hace bien, es de esperar que la arbitrariedad se ponga de su lado y que la suerte le favorezca.

El caso, en fin, es que mañana salen las primeras listas del número de aspirantes a profesores de Secundaria en calidad de funcionarios (ese estatus al que aspiramos todos los que creemos en Papá Estado). Y mi pronostico es el que ya he indicado en las líneas anteriores: poniéndome muy optimista, calculo que somos unos mil aspirantes.

¿Alguien se anima a emitir su pronóstico? La suerte está echada: hagan sus apuestas.