BLOG DE RAFA PARRA SOLER

De vocación, poeta, ensayista y dramaturgo.











domingo, 6 de junio de 2010

Poesía y doblaje


La poesía y el doblaje tienen, en mi opinión, algo en común: para ambos casos, quien cultiva estas disciplinas artísticas aspira a alcanzar una voz propia (en el caso del doblaje, nunca mejor dicho) que se diferencie de todas las demás. En lo que a la poesía se refiere, alcanzar ese ámbito propio supone para el poeta el hecho de consolidarse en el manejo de un vocabulario propio, unos campos semánticos propios y una red de asociaciones metafóricas propias. Federico García Lorca, por ejemplo, hizo suyos motivos tradicionales como los gitanos, las navajas, los claveles y la luna. En el caso del doblaje, la conquista de ese universo estético particular implica, literalmente, alcanzar una voz madura, sólida, que evoque unas sensaciones únicas que sólo esa voz pueda ofrecer. La más alta cima de esta disciplina radica en que a una determinada voz se le acabe asociando un determinado personaje o el actor que lo interpreta. Ejemplos de ello los tenemos en figuras como la de Salvador Vidal (que es la voz habitual de actores como Harrison Ford, Mel Gibson, Ed Harris o Liam Neeson), una voz fuertemente masculina y varonil, esencialmente carismática, capaz de dar prestigio y categoría a cualquier película.

Poesía y doblaje tienen, por tanto, elementos comunes: las palabras, por supuesto, y ese denominador común de los universos particulares que tanto poetas como intérpretes de voz se afanan en alcanzar. En cualquier caso, se trata de dos mundos apasionantes e igualmente bellos.

2 comentarios:

  1. Tú perteneces a uno y dentro de poco darás tus primeros pasitos en el otro. Si es que el arte te corre por las venas. Las inquietudes te superas y te guían. Eso te hace ser genial, te hace ser tú mismo.
    Te quiero, pequeño.

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  2. La verdad es que, después de leer este artículo, no se puede negar que, cuando menos, tienes gran parte de razón.

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