BLOG DE RAFA PARRA SOLER

De vocación, poeta, ensayista y dramaturgo.











miércoles, 9 de marzo de 2011

Fernando García de Cortázar, poeta frustrado

Lo que no ha sabido o no ha podido ser de forma clara y abierta, trata de expresarlo en sus obras de divulgación sobre la Historia de España. Es lo que ocurre con su libro Los mitos de la Historia de España: a menudo, pierde la perspectiva de lo que él es, un historiador, prosista de los acontecimientos y cronista los avatares acaecidos a través del tiempo, y se enfrasca en divagaciones líricas que nadie le ha pedido, con lo cual su escritura se vuelve lánguida, imprecisa y etérea para un género, el ensayístico, que requiere todo lo contrario: rigor, precisión y claridad.
Por otra parte, al menos el cincuenta por ciento de lo que escribe es paráfrasis de fragmentos de obras ajenas, de modo que lo poco que tiene de original este autor se le queda en algo de lirismo empalagoso, aburrido y totalmente irrelevante.
Y para muestra, un botón:

"El último buen país. La patria del Cid y del Romancero, del pícaro Lázaro y la prostituta Celestina. La Sevilla de Carmen y don Juan. La Granada de la Alhambra y Boabdil. La Castilla de Don Quijote y Sancho Panza. Tierra o sueño. Exotismo y decadencia. La sombra del viajero romántico es alargada..." Este fragmento corresponde al comienzo del capítulo 5 del mencionado libro, y lleva por título "El espejo roto". En este pasaje de la obra, su autor aborda el mito de la España eterna de charanga y pandereta que fue tan del gusto de los románticos Mérimée, Lord Byron, etc, allá por los finales del siglo XVIII y principios y mediados del XIX, una visión que continúa todavía en autores tan modernos como Ernest Hemingway o Gerald Brenan, por poner dos ejemplos representativos. Se trata en este caso, por parte del autor, de desmitificar este aspecto de la idiosincrasia española. Es un intento de demostrar que esos escritores y pensadores del Romanticismo estaban equivocados con la imagen que tenían de nuestro país, una imagen de inferioridad cultural respecto al resto de los países europeos. De hecho, la famosa frase de que "Europa comienza en Los Pirineos" fue acuñada por el novelista francés Alejandro Dumas. Pues bien, para decir esto, el historiador se derrama en interminables enumeraciones ("La patria del Cid y del Romancero. La Sevilla de Carmen y Don Juan. La Granada de la Alhambra y Boabdil...") que demoran la llegada al meollo ideológico que se pretende expresar, lo cual impacienta al lector (por lo menos, a mí). No olvidemos tampoco la paráfrasis delibesiana (referente al título de una obra de Miguel Delibes) de esa frase: "La sombra del viajero romántico es alargada", que constituye una muestra más de la falta de originalidad en el estilo del señor Fernando García de Cortázar.
Ya sabemos, señor García, que domina usted a la perfección la elipsis, la anáfora y el paralelismo, pero estos excesos retóricos convierten su exposición histórico- ensayística en una novela de Azorín, y en su libro yo no busco ficción ni sentimientos: quiero ideas y conocimientos. Si es usted historiador, actúe como tal. Pero si lo que quiere es escribir poesía, escríbala usted desnuda y no disfrazada, como le diría Juan Ramón Jiménez. ¿O acaso tiene usted miedo de ser un mal poeta?

1 comentario:

  1. Ojalá no fuesen interrogaciones retóricas en el aire...
    Ojalá cada vez que leyeses un libro y opinases sobre él obtuvieses respuestas...
    Ojalá al salir del teatro siempre tuviésemos la oportunidad de charlar con los protagonistas...

    Pero no es así, Pitu. Habra que conformarse con que la visión propia es la correcta, después de todo, es la que mejor conocemos.

    Lo de paráfrasis me suena un poco a UNED...sé de uno que escribe así sus libros...y tan pancho...

    ¿Tú, impaciente lector? ¿Tú, impaciente?
    ¡Venga ya!

    Respecto al libro, si se parece más a una clase de teoría de la literatura que a un conjunto de mitos y leyendas interesantes, paso.

    Me encanta que me recomiendes o dejes de hacerlo ;)

    TAM

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