BLOG DE RAFA PARRA SOLER

De vocación, poeta, ensayista y dramaturgo.











sábado, 10 de diciembre de 2011

Teoría de la prosa artística

La prosa artística consiste en elevar el extrañamiento de la expresión verbal a su máximo grado de representación. Si ya el extrañaniemto consistía en convertir la literatura en algo bello, artístico, la prosa artística, en un nivel estético definitivo, consiste en amalgamar géneros e intenciones expresivas para crear un producto que lo es todo y que no es nada, entendiendo como nada algo así como un retorno a los postulados estéticos del arte por el arte decimonónico.

La prosa artística ya no consiste en contar historias o en expresar ideas y sentimientos, sino en llevar a cabo todo un ejercicio de deconstrucción mediante el cual el autor pretende remontarse a los orígenes del posmodernismo cuestionando la legitimidad de los cánones de las etapas anteriores. El Proyecto Nocilla constituye un vivo y claro ejemplo de lo que pretendo expresar en estas líneas, pues dicho proyecto constituye una amalgama de fragmentos verbales plagados de referencias culturales de prestigio ampliamente reconocido, y son, precisamente, esas referencias las que otorgan al Proyecto Nocilla su prestigio de obra experimental paradigmática de la corriente postpoética acuñada por Fernández Mallo, uno de los grandes precursores españoles de lo que vengo denominando como "prosa artística".

La prosa artística puede definirse como el grado sumo de las vanguardias literarias, y pueden ser considerados como precursores de esta nueva y definitiva corriente todos aquellos autores que, desde la Edad Media, han pretendido hacer algo distinto de los demás en materia de creación literaria. Así, por ejemplo, desde el Arcipreste de Hita con su Libro del buen amor o Rabelais con su Gargantúa, hasta el Ulises de Joyce, pasando por el Tristam Shandy de Lawrence Sterne, sin olvidarnos de casos tan célebres y representativos como la famosa Rayuela, de Julio Cortázar, ejemplo tan evidente del tópico metaliterario del lector in fabula, acuñado por el catedrático Umberto Eco.

Y es que la prosa artística, en el fondo, y también en la forma, consiste en una constante voluntad, por parte del autor, de desafiar a los lectores para que sean ellos mismos quienes se encarguen de reconstruir el puzle mostrándoles, tan solo, algunas de las piezas. Ya no se trata solo de averiguar a qué género literario pertenece una obra, sino de desentrañar el conjunto de sus significados mediante el ensamblaje de todos los elementos, los cuales nos conducirán, seguramente, a la reconstrucción de un mensaje de legitimación o deslegitimación de la tradición cultural precedente.

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