El poeta muerto
Qué grande eres, Nuwanda,
aprendiz de poeta,
de vocación rebelde
y amante de la vida.
Qué pasión admirable
por ser extraordinario,
motivo de espectáculo
para tus semejantes.
Qué grande eres, Nuwanda,
qué grande, aunque estés muerto,
como tú mismo insistes,
para que, así, la magia
funcione, y la belleza
sea la nueva diosa
de los hombres que van
en busca de algún ídolo.
Que la belleza sea
el nuevo dios del mundo
gracias a ti, Nuwanda,
aprendiz de poeta,
de vocación rebelde
y amante de la vida.
martes, 1 de mayo de 2012
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