BLOG DE RAFA PARRA SOLER

De vocación, poeta, ensayista y dramaturgo.











martes, 5 de abril de 2011

Los hombrecillos de Juan José Millás

La vida puede llegar a ser muy aburrida, tediosa, rutinaria y mediocre, incluso para un profesor universitario que escribe artículos de economía en los periódicos. Y esos pequeños seres que aparecen, de repente, en su vida, son como su conciencia y, a la vez, su vía de escape y de evasión. Ellos le dan a su vida la emoción y los alicientes que no le proporciona su mujer, con la que apenas se cruza unas palabras a lo largo del día. Le abren los sentidos a un universo de sensaciones nuevas en el que cada detalle se vive al máximo: el alcohol, el sexo, el tabaco, llegando al extemo de la transgresión moral mediante la comisión de un asesinato, que casi llega a convertirse en realidad en el mundo de los seres normales.

El hombrecillo, que es el clon del protagonista, llega a causar miedo, dada su insistencia en que su gemelo gigante mate a alguien como condición para seguir regalándole las más inauditas y placenteras experiencias corporales. El profesor se deja llevar y retoma hábitos que había abandonado hacía tiempo, como beber y fumar. También empieza a practicar unos hábitos de índole masturbatoria que son el colmo de sus desahogos más íntimos e inconfesables. Tan inconfesables, que tiene que llevarlos a cabo a escondidas de su mujer, que no se entera de nada, lo cual no es nada de extrañar, porque la relación con su marido es casi artificial e impostada, tanto como su propia vida antes de la llegada de esos seres diminutos que, después de todo, cambiarán su vida para mejorarla, y todo ello, en una suerte de abrir y cerrar de ojos, como si fuera un sueño, porque tan repentinamente como aparecen en la vida del profesor, salen de ella, y le devuelven a su rutina, pero, a partir de entonces, habiendo conseguido que más su vida y cada detalle que la conforma, hasta el punto de estrechar la relación con su mujer haciéndola más afectuosa y expresiva.


Los hombrecillos están por todas partes, sacando lo mejor y lo peor de nosotros mismos. Pero hay que tener cuidado con ellos: nos pueden arrastrar al vicio desenfrenado y acabar con nuestra vida, a cambio de proporcionarnos secretos y gratificantes placeres. Son como pequeños diablos. Si se les hace caso, te acaban convenciendo para que hagas con ellos un pacto: ellos te lo hacen pasar muy bien y, a cambio, tú tienes que hacer lo que te pidan, por sórdido o siniestro que sea.

2 comentarios:

  1. maravilloso rafa, q bonita forma de expresar esas ideas!
    Gon.

    ResponderEliminar
  2. POR FIN!!!
    HA LLEGADO EL DÍA!!!
    PUEDO DECIRLO!!!

    RAFA, ESE LIBRO SÍ ME PARECE INTERESANTE, ¿ME LO PRESTAS?

    (LA EXCEPCIÓN FUE LA VEZ QUE ME PASASTE "SOY EN MAYO" CUYOS POEMAS TERMINAMOS DESCIFRANDO JUNTOS)

    SIIIIIIIIIII PITUUUUUUUUUUU!!!!!


    MI PITU YA LEE COSAS CHULIS, DE LAS QUE LE GUSTA AL RESTO DE LOS MORTALES!!!!


    YUPIIIIII!!!!!





    Zapatitos, MUERDE EL POLVO ;)

    ResponderEliminar