BLOG DE RAFA PARRA SOLER

De vocación, poeta, ensayista y dramaturgo.











jueves, 25 de febrero de 2010

La compasión humana de los dioses


Los dioses se compadecen de nuestra naturaleza débil y vulnerable, y nosotros estamos a su merced y dependemos de su estado de ánimo. Si ellos están alegres, seguramente nos favorecerán. Pero, si están enfadados, es muy probable que nos pongan obstáculos en aquello que pretendamos conseguir. Es muy posible que, poniéndonos en lo peor, decidan acabar con nuestras insignificantes vidas.


El término medio es ese: la compasión. Cuando los dioses sienten compasión por los hombres, los hombres sienten tristeza en sus corazones. Aquellos no están alegres, pero tampoco, enfadados; y nosotros no nos sentimos alegres porque tenemos la adversidad de cara, pero tampoco estamos muertos.


Ese es el mensaje que tal vez pretendió transmitir Luis Cernuda en su Himno a la Tristeza, cuyo último verso da título a esta entrada.

2 comentarios:

  1. No está mal pensado, siempre que creas que hay un dios que manipula tu vida. Yo no sé si creo en un dios o en Dios, supongo que alguien con sentido común debió construirnos este hotel de 5 estrellas que es el mundo, y que será quien nos reciba para que paguemos la cuenta cuando éstas, nuestra vacaciones, terminen, pero...la estancia depende de nosotros, ¿no? O de ese primo lejano del tal Dios, ese que se llama...destino...no es fácil negociar con ellos, pq ninguno de los dos se deja sobornar, pero no por ello podemos dejar de intentar ser dueños de nuestra vida, como una hipoteca, que sabemos que no terminaremos de pagar.

    Tú estudia, pq, ¿y si le caes bien a esos dos primos lejanos y deciden cumplir tus sueños?

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  2. Me gusta el texto ;)
    ¿Los dioses? Son unos caprichoso :P
    ¡Besos!

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