BLOG DE RAFA PARRA SOLER

De vocación, poeta, ensayista y dramaturgo.











martes, 31 de mayo de 2011

Un Estado totalitario, no autoritario

Por mucho que pretenda suavizar la realidad histórica de lo que supuso el régimen de Franco, el autor de la entrada correspondiente del Diccionario Biográfico Español no puede contradecir los testimonios audiovisuales. Me estoy refiriendo a una de las primeras ediciones del No-Do, en la que el dictador gallego, recién ganada la guerra, pasa a sentar las bases doctrinales de lo que va a ser España hasta 1975: "Un estado totalitario armonizará en España el funcionamiento de todas las capacidades y energías del país, en el que, dentro de la unidad nacional, el trabajo, estimado como el más ineludible de los deberes, será el único exponente de la voluntad popular..." y bla, bla, bla...

Pero, aun invirtiendo los términos ("autoritario, no totalitario", tal como reza la entrada del Diccionario sobre la definición del franquismo), no creo esto lo haga menos condenable. Fernando Sánchez Dragó defiende los términos que utiliza el historiador Luis Suárez, autor del polémico pasaje, diciendo del caudillo que " si no te metías en política, te dejaba vivir bastante en paz". ¿Y esto te parece poco, Fernandito? ¿Te parece poco que no pudieras reunirte con más de tres personas sin que intervinieran las fuerzas de orden público? ¿Es que el calificativo de "autoritario" es más blando o benevolente que el de "totalitario"? A mí me parece que el franquismo fue las dos cosas: autoritario y totalitario. Autoritario, porque no había libertad, y totalitario, porque esa ausencia de libertad se extendía a todas las esferas del individuo y de la sociedad, tanto la pública como la privada. Y no, señor Dragó, yo no he vivido el franquismo... afortunadamente (nací dos meses después del 23-F). Pero he leído bastante sobre la cuestión, y más que pienso seguir leyendo, lo cual me da, creo, derecho a opinar. Si no pudiéramos opinar sobre acontecimientos que no hemos vivido, no podríamos opinar sobre casi nada, pero para eso están los libros, para atesorar el conocimiento, y para eso se inventó la escritura, ¿no le parece, señor escritor? Usted escribió un libro sobre la época de Gárgoris y Habidis. ¿Cómo se atrevió a hacer semejante barbaridad, si no vivió durante el periodo histórico de la Antigüedad?

No se trata de acogerse a lo políticamente correcto, sino al puro y simple rigor histórico. Y lo riguroso del caso, lo exacto de la cuestión y lo verdadero, lo tristemente verdadero, es que Franco mantuvo, durante casi cuarenta años, oprimida, al menos, a media España, la que no se conformaba, o no quería conformarse, con pasarse la vida obedeciendo las arbitrarias y despóticas consignas de un tirano sin poder rebelarse, ni tan siquiera preguntarse el motivo, por qué sí o por qué no. Ojalá no hubiera sucedido esto. Ojalá nuestra Historia hubiera transcurrido de otra manera. Ojalá la democracia hubiera llegado mucho antes (antes de 1977, quiero decir), pero no fue así, sino todo lo contrario. Tuvimos lo que nos merecimos por no estar a la altura de las circunstancias, ni unos ni otros. Claro que algunos nunca quiseron democracia, ni la querrán jamás. Pero esos, afortunadamente, son la minoría. Al menos, de momento.

1 comentario:

  1. Desde cuando los libros son objetivos.Pobre empresario que despidiera a un obrero sin causa justificada,se lo llevaban a la magistratura y se le caia el pelo.Dirás que esto lo digo yo,pero no, es palabra de obrero,y además esto ocurria en la época que tanto criticas.

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