¿En qué momento de la Historia el Mercado se desligó del Estado para
imponerse a él? Es más: ¿alguna vez el Estado mandó sobre el Mercado? Augusto
creía que sí. En su opinión, el Estado proporcionó al Mercado un marco
legal en el que desarrollarse (liberalismo), y hubo un momento en que el
Mercado ya estaba lo suficientemente maduro para echar a volar solito
por la vida, como un hijo que se independiza de la tutela de sus padres.
Entonces, el Mercado empezó a comportarse como un hijo desagradecido
sometiendo a su padre, el Estado, a toda clase de caprichos y
arbitrariedades totalmente desproporcionados exigiéndole siempre más de
lo que el Estado le podía dar. Se acostumbró a tratarlo a base de
chantajes y amenazas sólo con el intento de obtener el máximo beneficio
en todas las situaciones imaginables.
Y el Estado, evidentemente, tuvo
que reaccionar para defenderse. Y recurrió al ojo por ojo, y decidió que
utilizaría el mismo método de coacción dotándose de una serie de
mecanismos legales (medidas intervencionistas, impuestos, aranceles,
favoritismos sindicales, etc.).
Pero el Mercado tenía todas las de
ganar, porque el sistema mismo le favorecía, y decidió asestar la
puñalada a su padre: se largó del país y se llevó todo lo que papá
Estado le había proporcionado para salir adelante, y los dejó a todos en
la pobreza.
Finalmente, el Mercado fue acogido por unos padres
adoptivos de los que esperaba sacar el mismo beneficio. Si estos nuevos
padres se oponían a sus intenciones, ya sabían lo que les esperaba... ¿o
no? ¿Conocerían los nuevos Estados los peligros de acoger al Mercado en
sus entrañas?
Augusto, que era todo un teórico, tenía una expresión para denominar a este fenómeno: el cisma económico.
lunes, 22 de julio de 2013
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